La sorpresa llegaba con el comienzo de la vendimia cuando la directiva de la Cooperativa Virxe das Viñas de A Rúa, amparada por la D.O. Valdeorras, anunciaba que no recogería la uva de los socios y que estos debían llevarla a la cooperativa Vinos Barco.
La razón no es otra que los problemas financieros por los que atraviesa la entidad vitinícola que debe a sus viticultores las dos cosechas anteriores. Con el fin de no seguir aumentando la deuda, la asamblea de socios decidió llegar a un acuerdo con la cooperativa de O Barco para que fuera esta quien recogiera la uva siempre y cuando cada socio llevará la cosecha entera y no solo una parte. Eso sí, desde la cooperativa se desmiente que quien no lo haga recibirá sanciones.
Además de tratar de frenar el incremento de la deuda, el menor volumen de uva recogida es otra de las razones que han llevado a parar las tolvas. El volumen que se ha recogido en los últimos años es muy pequeño lo que impide trabajar con la maquinaria que cuenta la cooperativa y es que el pasado ejercicio no se llegó a 70.000 kilos recogidos cuando hace diez años las tolvas recibían un millón y medio de uvas. Una situación a la que se ha llegado por la situación climática, la proliferación de enfermedades en la fruta, la falta de relevo generacional, pero también por el descenso en el número de socios y de uva que aportan a los almacenes de la cooperativa.
Asimismo, algunos socios y fuentes próximas a la cooperativa argumentan que parte de la situación actual de la cooperativa se deriva de los socios que han estado años sin llevar su uva o llevando solo una parte, lo que impedía hacer un cálculo de lo que se recogería.
También la falta de relevo generacional deja huella en este tipo de cooperativas tal y como manifiestan las actas. Hace 60 años, en el momento de fundación de la cooperativa, eran 800 socios que fueron descendiendo en número hasta los 300 en 2017 y los cerca de un centenar que la conforman ahora. Al mismo tiempo, algunos de los socios aseguran que son pocos los que se preocupan por la situación de la cooperativa, lo que queda reflejado en la escasa participación en las asambleas o la falta de interés en presentarse a gestionar la entidad.
Ahora la directiva trabaja para que la cooperativa pueda tener un futuro y desmiente que la misma está cerrada mientras aseguran trabajar para que entidades públicas y privadas entren a formar parte de Bodegas A Rúa.
