
Aunque no se jubila oficialmente hasta septiembre, este viernes ha sido el día elegido por los alumnos del colegio Pablo VI de A Rúa para despedirse de Avelino García, uno de esos maestros que dejan huella. Lo han hecho con una fiesta en el patio cargada de emoción, cariño y gratitud.

Banderas con su nombre y una frase que lo dice todo —«Misión cumplida: ejemplo y vocación. Avelino»— decoraban el escenario de este homenaje sorpresa, en el que no faltaron los abrazos, los aplausos y hasta un regalo muy especial: una camiseta que él mismo no dudó en ponerse con orgullo y sentido del humor. En ella podía leerse: «Esta leyenda se jubila».

El acto fue una muestra sincera del afecto que estudiantes, familias y docentes sienten por un profesor que, más allá de enseñar, ha sabido acompañar, inspirar y dejar una huella profunda. La jubilación podrá esperar hasta septiembre, pero el reconocimiento de sus alumnos no ha querido hacerlo.
Con motivo de esta despedida, Ángeles Terrón, orientadora del centro, ha enviado una semblanza que resume a la perfección la trayectoria y el legado de Avelino. Estas son sus palabras, compartidas en nombre de toda la comunidad educativa:
Gracias, Avelino
Hoy decimos «hasta luego» a alguien que nunca se irá del todo.
Después de más de 40 años en el colegio, Avelino García se despide de las aulas, pero no de nuestros corazones.
Profesor de Educación Física, Matemáticas y Gallego, tutor incansable, Jefe de Estudios entregado y, ante todo, educador con mayúsculas.
Avelino fue uno de los primeros alumnos del centro. Aquí creció, aprendió, enseñó… y vivió algunos de los momentos más importantes de su vida.
Cerca del colegio tuvo su casa, en el colegio se casó y bautizó a sus hijos.
Con su seriedad amable, su humildad natural y su entrega constante, se ha ganado el cariño del alumnado, el respeto de las familias y la admiración de todos sus compañeros.
Siempre actualizado, pionero en el uso de la informática, comprometido con su labor como docente y con una palabra justa en el momento oportuno.
Ha sido una figura clave en la historia del colegio, pero sobre todo ha sido un ejemplo. Un hombre que ha sabido enseñar sin levantar la voz, marcar sin imponer, acompañar sin protagonismo.
Como ex futbolista, ahora comienza su «segundo tiempo», y estamos seguros de que lo vivirá con la misma pasión y deportividad que ha transmitido todos estos años.
¡Gracias, Avelino, por tanto!
Esta siempre será tu casa.
Comunidad educativa del Colegio Pablo VI
A Rúa, 13 de junio de 2025