La crisis sanitarias fue «caótica» ya que los productos que venden en García Marcos no son de primera necesidad
Hace 40 años, en Viana do Bolo, Paqui y Santi creaban una empresa familiar, Embutidos y Salazones García Marcos. Su trayecotria comenzó en 1981, cuando montaron una charcutería que poco a poco se fue ampliando y acabó convirtiéndose en una de las referencias de la zona. Su “niños mimados”, la androlla y el botelo. Pero no son los únicos manjares que elaboran.
Paqui García es ahora la gerente de esta empresa especializada en los embutidos y las salazones. A ella le ha tocado enfrentarse a este duro momento que han vivido todas las empresas con la llegada de la crisis sanitaria. «Ha sido caótico. Pertenecemos al sector de la alimentación pero nos afectó bastante porque el tipo de producto que vendemos es estacional y no es de primera necesidad».
Es por ello que vieron como la producción y las ventas se ralentizaron considerablemente. Una situación que ha mejorado con la vuelta a la nueva normalidad. «Se nota el repunte. La gente que viene de fuera se quiere llevar productos para su zona».
Además, han lanzado una página web con venta online en la que venden todos sus productos. «Se están haciendo muchas compras y es una ayuda. Hay que reinventarse y buscar otras salidas».
Embutidos y Salazones García Marcos es también conocida por surtir a las fiestas gastronómicas más importantes de Valdeorras y Viana. Por ejemplo, es a encargada del elaborar al protagonista de la Festa do Botelo de O Barco y la Androlla en Viana. Unas celebraciones que el año que viene dependerán de la situación sanitaria para poder celebrarse. «Preocupa. Por esto y por todo en general. Empezamos la campaña en octubre y con todo esto, no sabemos cómo va a ser». Una incertidumbre que no desanima a Paqui García Marcos a continuar tirando de esta gran empresa.
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