En el día de hoy ha tenido lugar la vuelta a las aulas de los niños de educación infantil y primaria. La comarca de Valdeorras se volcaba con estos niños que son el futuro, aunque la despoblación y el cierre de aulas marcaban el ritmo normal de los centros educativos pero también las novedades del curso.
En el caso de A Rúa, donde el Centro de Educación Infantil Manuel Respino veía como se cerraba una de sus aulas y se perdía un profesor, la alcaldesa María González Albert achacaba esta situación a la falta de infantes y a que el colegio concertado de A Rúa tienen más matriculados que el público. “Ha habido un repunte en el número de nacimientos en A Rúa por lo que espero que poco a poco se recupere”, señaló la alcaldesa.
Por otra parte, criticó que la Xunta de Galicia se fije solo en los números y no así en la situación de cada colegio. “Una vez que se cierra un aula es muy difícil que la Xunta la vuelva a abrir”, destacó y pidió que hubiera más mano abierta en el rural y en las zonas del interior de Galicia “hechos como este contribuyen a la despoblación”, destacó.
En el Colegio Julio Gurriarán de O Barco la jornada fue reivindicativa y es que los alumnos no se olvidaban de la necesidad de tener un pabellón para su uso y disfrute. “Sabemos que se va a hacer y que están hablando con el concello y estudiando el proyecto”, señaló la directora Marí Luz Moldes quien añadió que desconocían las fechas en las que podían comenzar los trabajos.
El Julio Gurriarán se caracteriza por la diversidad de culturas y países de procedencia de sus alumnos. “Tenemos un Plan de Convivencia que funciona muy bien”, destacó la directora.
En el Condesa Fenosa de O Barco comenzó el curso con una buena noticia dado que aumentó la matrícula en 15 alumnos. “Nos acercamos ya a los 400 alumnos que es donde estábamos”, advirtieron y apuntaron que también había crecido mucho el número de niños que acudían al comedor.
Los alumnos del Colegio Otero Pedrayo de Viloira señalaron que había sido un buen primer día dado que hablaron de lo que habían hecho en verano. Admitieron que les gustaba acudir al colegio e incluso alguno destacó que durante las vacaciones había llegado a aburrirse. No así otros compañeros que reconocían que se divertían y aprendían en el centro escolar aunque algunas asignaturas son más queridas que otras.
La directora Remedios Arias señaló que van a tener un gran número de novedades para este curso. Entre otras cosas, introducirán un taller de arquitectura en las horas lectivas de matemáticas. “Cada 15 días aprenderán matemáticas jugando. El año pasado hicimos una prueba y viendo cómo aprendían y que se lo pasaban muy bien, decidimos introducir esta novedad”, señaló Arias quien advirtió que esperan unirse a proyectos de la Xunta y continuar innovando en la educación.