martes. 16.04.2024
CULTURA

La prevención del acoso escolar y Begoña Ibarrola

Begoña Ibarrola cerraba este miércoles los XVII Encontros Familia-Escola organizados por la Asociación Vagalume Valdeorras, con una conferencia sobre el acoso escolar. En cada palabra se percibía la experiencia de quien ha trabajado con niños desde hace muchos años y de quien ha sabido cómo llegar hasta ellos a través de una literatura infantil distinta. Esa que esconde, detrás de cada relato, herramientas con las que controlar las emociones, recursos que servirán para la vida.

Los asistentes a la última charla del ciclo de conferencias sobre la Neurociencia da Violencia, se veían atrapados en el relato de una consagrada divulgadora y experta de la educación emocional, «pechadora oficial dos Encontros» bromeaba José Fernández, responsable de la organización del ciclo de conferencias, en alusión a los años en que Begoña ha sido encargada de poner el punto final.

Comenzaba su intervención Begoña Ibarrola adelantando el objetivo de su charla: ofrecer herramientas para prevenir y afrontar el acoso, siendo conscientes de que «somos critaturas sociales y que cualquier tipo de problema de esta índole puede dañar nuestro cerebro». Somos criaturas sociales, es decir, necesitamos relacionarnos para sobrevivir, y sin embargo «no sabemos convivir con los demás, porque no lo llevamos en el código genético», de ahí la importancia de trabajar las habilidades sociales».

Una viñeta de Mafalda servía a la ponente para explicar que «para sobrevivir, debemos trabajar la comprensión y el respeto, la humildad, la capacidad de ponernos en el lugar del otro». Una empatía que la neurociencia ha situado en las conexiones de la corteza cerebral, en las llamadas neuronas espejo de Rizzolati. Esas que de no existir, o existir menos, no permitirían la interacción social normal, como le ocurre a los enfermos con alguna psicopatía o a los que padecen de espectro autista.

Y dado que nuestro cerebro, lo queramos o no, es social, buscamos la interacción con personas que en ocasiones resultan ser bien llamadas tóxicas, que literalmente «te ponen enfermo», porque no hay una distancia de seguridad en la interrelación y de cada una salimos «contagiados», para bien o para mal.

Habló Begoña de la violencia de un mote, que a veces duele más que un acto de violencia física. Habló de un proceso, largo en el tiempo, que podemos parar, y lo que es más importante, prevenir. Habló de resolver los conflictos dialogando, negociando, etc. Habló de víctimas, pero también de agresores, de lo que ambos sufren cuando son acosados y acosan. Y habló del público, de los espectadores pasivos que no lo denuncian.

Y si queremos más Begoña Ibarrola, podemos acudir a sus libros y cuentos que dedica a los más pequeños, traducidos a tantos idiomas.

 

La prevención del acoso escolar y Begoña Ibarrola