La iglesia permaneció abierta durante toda la mañana de este 13 de mayo para facilitar las visitas a la virgen portuguesa
Por segundo año consecutivo la Virgen de Fátima no recorrió las calles de Fontei. Tampoco estas se engalanaron con las tradicionales banderitas azules y blancas, ni hubo procesión de las antorchas. Si se ofició la misa solemne a las 13:00 horas de este 13 de mayo y otras dos homilías por a lo largo de la mañana.
Esta mañana era numerosos los devotos que acudían a la iglesia, que lleva el nombre de la virgen, a presentarle sus respetos y agradecer que la pandemia no les haya tocado. Nos encontramos a Enrique Rodríguez Sotelo que, a punto de «echar » las bombas para anunciar la misa solemne, nos contó un poco la historia de la virgen portuguesa.
La Virgen de Fátima llegó a Fontei en el año 1948, tal como relata Enrique: «Foi traída case por casualidade por unha entrevista que tivo Dona Enriqueta Casanova cun sacerdote belga que ía a Portugal a encargar unha imaxe. A raíz diso fomentouse a posibilidade de traer unha imaxe tamén para aquí, para a parroquia». Enrique también cuenta como la imagen pernoctó la noche de su llegada en Freixido para ser recibida al día siguiente como era menester. Desde el Puente de A Cigarrosa una gran procesión la acompañó a su nueva morada, la iglesia de Fontei.
Si quieres escuchar lo que nos contó Enrique Rodríguez Sotelo y un grupo de personas que se encontraban en la iglesia cuando realizamos la visita, haz click en el siguiente enlace:
No habrá despedida con pañuelos pero si lágrimas y, un gran sentimiento de tristeza por la imposibilidad de, un año más, no poder acompañar a la virgen blanca.