El pasado viernes 22 de diciembre abría sus puertas en A Rúa un nuevo concepto de negocio nacido del corazón y las buenas maneras de dos emprendedoras, Nati y Álex.
En una de las paredes del nuevo establecimiento ubicado en la calle Miguel de Cervantes, se puede leer el nombre de la tienda, Entredos y debajo la frase: Deja que la magia empiece. Tres búhos color plata que presiden el conjunto, ratifican el hechizo que ha hecho a estas dos socias dar el paso por hacer realidad su ilusión.
“No va a ser la típica mercería, queremos que sea creativa, que la gente pueda venir y diseñar sus propias cosas”, explica Nati. Tan atípico será este negocio, que en la mesa de la máquina de coser de su abuela, no se calcetará, sino que se maquillará, “yo soy maquilladora profesional; me fui de Madrid para ser mamá y darle a mi hija una vida más tranquila en el pueblo, y ahora quiero retomarlo”. Y qué mejor rincón especial para hacerlo, que sobre una mesa cargada de recuerdos, que desde ahora servirá para “que la gente aprenda a maquillarse utilizando lo que tiene en su casa”.
En esta coqueta tienda, nada está hecho al azar, cada detalle esconde mucho trabajo detrás, cada espacio ha exigido muchas horas de trabajo, resultado de un diseño conjunto y mucha ayuda de los amigos que han colaborado en el montaje final. Y el resultado ha quedado perfecto.
La emoción llega cuando tras la inauguración, ambas miran a su alrededor y se percatan de que la aventura ha comenzado. “Mi madre me pidió muchas veces que hiciera esto y lo estoy haciendo cuando ella no está, llevo todo el día pensando en ella”, cuenta Nati, hija de Pepita, virtuosa de la calceta, cuyas manos vistieron a tantos durante varias generaciones, en A Rúa.
Otra abuela, la de Álex, es también protagonista de esta historia, porque también ha sido su inspiración, “las labores me encantan pero ha tenido mucho que ver el tiempo que pasé aprendiendo con mi abuela”. Cuenta que, tras quedarse en el paro, retomó esta actividad de nuevo tirando de ingenio y autodidactismo.
Es curioso, pero a pesar de que las abuelas han tenido mucho que ver en esta historia, Nati y Álex insisten en que no es un mundo solo de gente mayor. No hay más que echar un vistazo al muro de la fama que han preparado, en el que famosos de toda índole le dan a esto de la calceta. Así quieren animar a los jóvenes “porque esto engancha, lo de crear con tus propias manos es algo muy satisfactorio”.
Ellas están deseando empezar a rodar y ver así cumplido su sueño. Unidas en su día por un ovillo de lana, hoy por fin, ven su negocio abierto al público. Y lo que la calceta ha unido, que nada lo separe.