La ViBoMask ha puesto el broche final al ciclo del Entroido. Unos meses en los que la gente ha demostrado su pasión y entusiasmo por seguir manteniendo viva esta tradición ancestral. Unos días en los que solo importa el ritmo de los bombos y, sobre todo, esas máscaras venidas de toda la península ibérica —sumadas a la de Sappada, grupo internacional de este año—.
En esta novena edición el nerviosismo era palpable. La meteorología no parecía querer que este desfile saliese adelante, sobre todo en el caso de Viana. Los ojos estaban pendientes del cielo, pero las ganas y la ilusión pudieron frenar la previsión de mal tiempo.