
El presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar se comprometió con los vecinos de San Vicente, en el municipio de Vilamartin de Valdeorras, y con Enrique Álvarez Barreiro, alcalde del municipio que esta semana las máquinas comenzarían a trabajar en la carretera de acceso al pueblo, que lleva más de 20 años cortada y con una señal de dirección prohibida.
Será un primer arreglo, según explicó el alcalde, para ensanchar la carretera, arreglar el firme y retirar la señal de dirección prohibida, sí es posible, destacó Álvarez Barreiro. "Si no quitan la dirección prohibida que justifiquen el sentido de la misma", exigió el alcalde de Vilamartin, quien apuntó que si el jueves no están ya las máquinas trabajando los vecinos de San Vicente volverán a reclamar la carretera con un encierro en la Diputación.
Cabe señalar que las importantes grietas que presenta el asfalto por los continuos repises llevó a cerrar la carretera, una medida que no es respetada en la actualidad a pesar del peligro que supone circular por ella.
El pasado viernes, los vecinos acudían al pleno de la Diputación. Allí el diputado socialista, Miguel Bautista presentaba una moción de urgencia para exigir el arreglo de la carretera. Tanto Democracia Ourensana como BNG apoyaron la moción que exigía destinar 1,5 millones de euros para estos trabajos pero el PP rechazó la misma. "El proyecto no es definitivo todavía pero se habla de que el coste del relleno tiene un coste de 9 millones de euros", aseguró Álvarez Barreiro. "Se amparan, para no aprobarlo, en que no saben el coste total de la obra hasta que no tengan el proyecto”.
Tras el pleno tuvo lugar una reunión entre los vecinos, el alcalde y el presidente de la Diputación en la que este se comprometía a realizar estos primeros trabajos. "Venimos relativamente contentos porque el compromiso es inmediato", destacó el regidor. "Reconocen que antes de que empiece el verano tendrían el informe medioambiental del proyecto y en ese momento decidirán qué partida presupuestaria le dedicarían a la carretera. Pero exigimos un compromiso de que al menos comience el arreglo. Ellos son conscientes de que si el jueves no están las máquinas vamos a acudir a la Diputación”, destacó el regidor.
"El técnico dice que retirar la señal de dirección de prohibida es imposible ya que la carretera no reúne las condiciones necesarias para transitar por la misma. Entendemos que esa dirección prohibida no salva a nadie porque la Diputación si coloca esa dirección prohibida debe cortarla físicamente. Lo único que hace es que si transitas por ella, como está pasando, si tienes un accidente el seguro no te cubre. Estos trabajos es para regularizar la carretera, que la gente pueda pasar relativamente segura, mientras tengamos el proyecto total que nos deberán decir antes de que llegue el verano, sino volveremos otra vez a la carga", concluyó el alcalde.