La Asociación de Vecinos de San Vicente de Leira (Vilamartín) exige un plan integral de reconstrucción
San Vicente de Leira, en el concello de Vilamartín de Valdeorras, sigue sumido en la devastación un mes después del incendio forestal de Larouco, que el pasado 16 de agosto de 2025 redujo a cenizas todo el pueblo. Así lo denuncia la Asociación de Vecinos en una carta abierta dirigida a las administraciones, a la opinión pública y a los medios de comunicación.
«¡Nuestro pueblo ha ardido!», señalan en el escrito, en el que recalcan que no se trata de unas pocas viviendas, como se ha informado en algunos casos, sino de «un pueblo entero reducido a cenizas».
Los vecinos recuerdan que muchas de las casas se catalogaban como segundas residencias, aunque en realidad nunca pudieron ser habitadas de forma permanente por la falta de infraestructuras básicas: «Durante más de 30 años sufrimos abandono institucional, sin una carretera ni un acceso digno». Aun así, insisten en que eran hogares vivos, llenos de recuerdos y raíces familiares.
La situación actual es crítica. Según explican, el monte ha quedado completamente desnudo y la llegada de las lluvias aumenta el riesgo de inundaciones y corrimientos de tierra que pondrían en peligro a las poblaciones situadas aguas abajo. Además, las estructuras calcinadas suponen un riesgo para la seguridad.
Ante este escenario, la asociación reclama un plan urgente de desescombro y limpieza, que esté financiado y ejecutado directamente desde las administraciones, para evitar que los vecinos tengan que asumir por su cuenta un trabajo que consideran imposible en estas circunstancias.
También piden que se reconozca la magnitud real de la tragedia. «Ha afectado a un pueblo entero, no a casos aislados», recuerdan en la carta, rechazando así las versiones que han minimizado lo ocurrido.
Otro de los aspectos que destacan es la necesidad de un plan integral de reconstrucción rural. No solo se trata de levantar de nuevo las viviendas, explican, sino de garantizar accesos dignos, servicios básicos y medidas de protección frente a posibles inundaciones.
Por último, reclaman que las ayudas sean justas y accesibles, adaptadas a las necesidades reales del pueblo y sin establecer diferencias entre primeras y segundas residencias. Consideran inasumibles los plazos y trámites burocráticos en un momento de emergencia y piden sensibilidad para quienes han perdido todo.
«San Vicente de Leira no quiere desaparecer», advierten los vecinos, que apelan a la implicación real de todas las administraciones para poder volver a levantar el pueblo: «Que no se nos olvide, que no se nos silencie, que no nos condenen al abandono».