El alcalde de Vilamartín lamenta que la Xunta no impulse un convenio para coordinar la respuesta a la emergencia

El alcalde de Vilamartín lamenta que la Xunta no impulse un convenio para coordinar la respuesta a la emergencia
 El regidor, Enrique Álvarez, valora que la Xunta financie la retirada de escombros en San Vicente, pero advierte de que el Concello solo cuenta con una técnica para coordinar las actuaciones en varios núcleos 
 

El Concello de Vilamartín de Valdeorras se enfrenta a la gestión del desescombro en la zona de San Vicente con una sola técnica municipal y sin apoyo técnico externo, a pesar de que la Xunta financiará las actuaciones. Así lo explicó este miércoles el alcalde, Enrique Álvarez, en una entrevista en la que agradeció la ayuda económica, pero lamentó que el peso de toda la organización recaiga en un ayuntamiento pequeño y desbordado: «Dánnos os cartos para pagar, pero todo o demais temos que encargarnos nós».

La actuación en San Vicente es urgente. Varias casas pueden colapsar tras los incendios, algunas con muros que aún amenazan con caer sobre la vía pública. Aunque el acceso está restringido, los vecinos siguen entrando a sus fincas y viviendas, exponiéndose al peligro. «Temos que solucionar isto canto antes», subrayó el regidor. La Xunta financiará la retirada de los elementos más peligrosos, pero será el concello quien deba redactar los proyectos y coordinar las actuaciones. 

En este sentido, el alcalde expresó su preocupación por la falta de medios humanos para abordar una emergencia que afecta a varias localidades del municipio: San Vicente, Cernego, O Mazo y Penouta. «Son moitos os lugares aos que temos que atender, e o Concello só conta cunha técnica que ten que facelo todo», advirtió. Por eso, desde el primer momento solicitaron también a la Xunta un convenio que permitiese aglutinar la respuesta técnica entre administraciones, pero no se ha atendido esa petición: «Pedíamos un convenio, pero seguimos sós».

El regidor reconoce que sin la aportación económica de la Xunta sería imposible acometer la intervención, pero alerta de que la gestión de toda la emergencia se está realizando con medios muy limitados. «Estamos un pouco perdidos, un pouco desguardados e cos ollos tapados. Imos a trompicos», confesó. Aun así, apeló a la paciencia y comprensión de los vecinos: «Quero pensar que van a manter a paciencia e van a entender que é un proceso longo».

Además de la financiación del desescombro, el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia ha ofrecido una bolsa de técnicos para ayudar tanto en los proyectos generales como en las reconstrucciones individuales. «Cada veciño que queira reconstruír a súa vivenda pode tirar desa bolsa», indicó Álvarez, recordando que en la comarca no es fácil encontrar técnicos disponibles a corto plazo.

También se ha anunciado un acuerdo con el Clúster da Pizarra, que contempla un 40 % de descuento en materiales para reconstrucción, siempre que se utilice este material. Aunque el alcalde no ha recibido confirmación directa, considera que «é unha fórmula máis para que algún veciño se anime a reconstruír».

No hay que olvidar, que no todos los afectados recibirán subvención: sí quienes tenían su vivienda principal en la zona, pero no todos los propietarios de segundas residencias o bodegas. «Se non teñen unha pequena axuda, non van reconstruír. E se é así, pode quedar un pobo fantasma, e queremos evitar como sexa esa posibilidade», advirtió.

Más allá de la emergencia, el Concello continúa con actuaciones ya previstas, como la obra que ejecuta Turismo de Galicia para recuperar tramos de tierra del Camino de Santiago a su paso por Vilamartín. «Levamos anos pedindo que os peregrinos poidan camiñar por terra, non só por asfalto», señaló el regidor.

La intervención, con un presupuesto de 141.000 euros, atraviesa la zona do Bañadoiro y permitirá contar con entre cinco y seis kilómetros de camino sin asfaltar en un tramo total de siete. Esta actuación beneficia tanto a peregrinos como a los vecinos del municipio. «É unha zona pola que sae a camiñar moita xente todos os días. Vénlles de marabilla», comentó.

Incluso personas de O Barco o A Rúa acuden a Vilamartín por esa posibilidad de caminar sobre tierra: «Na comarca é case imposible ir dun concello a outro sen pisar asfalto».

Junto a esta obra, también está en marcha la segunda fase del acondicionamiento y aglomerado de la carretera de Portela, con una subvención de 57.000 euros concedida por la Consellería do Medio Rural. Esta actuación permitirá mejorar el acceso y la seguridad vial en esta zona del municipio, dando continuidad a los trabajos iniciados previamente.

El alcalde concluyó reafirmando su compromiso con los vecinos, a pesar de las dificultades: «Imos facer todo o posible».