Faltan pocas jornadas para que los erizos comiencen a caer y dejen ver sus frutos. A partir de mediados del mes de octubre tocará recoger las castañas, un importante motor económico para Valdeorras y Terras de Trives.
Las primeras estimaciones indican que esta cosecha será mejor que la de 2020. No se llegará a cifras de los años 2018 y 2019, pero estará un poco mejor, «algo que no era complicado, porque fue desastroso», explica Óscar Freire, de la Cooperativa Amareleante de Manzaneda.
Tampoco se esperaba esta "buena cifra" hace unos meses, cuando la avispilla amenazaba en los sotos de la zona. «Entre las sueltas del Torymus y el tiempo, que de momento nos va acompañando, parece que se ha recuperado algo». Sin embargo, los productores no quieren todavía echar las "campanas al vuelo", ya que en dos semanas la situación puede cambiar.
Además, la pandemia ha empeorado la situación debido a la gran cantidad de stock de castaña congelada que todavía hay disponible. «Es hacer cuentas al aire. El año se cogió en torno al 25% de la cosecha y este año se espera un 40%».
El deseo, que vengan días frescos para que la cosecha sea lo mejor posible.
