En Quiroga se ha intensificado la desinfección de los viales mientras que Trives instaló un puente de desinfección en la piscina
Los concellos siguen trabajando en la desinfección de todos los espacios y edificios públicos, en cumplimiento con los protocolos sanitarios para frenar el avance del Covid-19. Y es que, aunque el estado de alarma finalizará hace más de un mes, la limpieza e higienización de los espacios sigue siendo necesaria para evitar el contagio, el cual no se ha frenado.
Así, la alcaldía del concello de Quiroga ha incrementado la desinfección en los espacios públicos. En las diferentes calles del municipio, es un tractor dotado con un pulverizador industrial el que está llevando a cabo esta limpieza. Una labor que se refuerza con más operarios municipales que realizan el fumigado manual en parques infantiles y en las zonas de entrada de los establecimientos más concurridos.
Según informan desde el propio concello, las labores de limpieza se realizan todos los días a primera hora de la mañana y a última del día con el fin de evitar el avance del coronavirus. «O Concello de Quiroga quere reforzar estas medidas coa intención de previr contaxios tras os novos casos que están aparecendo en toda a comunidade», destacan.
Además añaden que solicitaron a los agentes de la policía local un aumento de la vigilancia en los parques infantiles y lugares de mayor afluencia de vecinos para que se compruebe el cumplimiento de las medidas de seguridad exigidas en el protocolo oficial.
Túnel de desinfección
Por otra parte, el concello de A Pobra de Trives ha instalado, en el acceso a la piscina municipal, un túnel higienizante hinchable con el que desinfectar a las personas que accedan al recinto para poder hacer frente al Covid-19. El túnel funciona con peróxido de hidrógeno en proporción del 1%, que rocía a la persona entera a través diez boquillas de aspersores por sistema de nebulización, al mismo tiempo que permite también limpiar el calzado porque lleva alfombrilla en la que se dejan todos los restos de virus. Además, conectados a la luz, cuentan con un sensor de movimiento para detectar la entrada de una persona.
En el mercado este tipo de aparatos tienen un coste de entre 1300 y 1500 euros pero, para el concello de Trives no ha supuesto ningún desembolso ya que, según afirman desde la alcaldía ha sido subvencionado en el marco del Pacto de Estado contra la violencia de género ya que, tiene impreso dos lazos morados para recordar la lucha contra este tipo de agresiones.
