sábado. 20.04.2024
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Llevamos tiempo pensando en este partido, para nosotras no es un partido cualquiera. Villestro es uno de esos rivales especiales, como un Depor-Celta, para que os hagáis una idea. La afición lo sabía, por eso, como cada domingo, no cambiaron sus planes y nos acompañaron al encuentro. Autobús lleno, equipo con ganas e ilusión, sol, ¿qué más hacía falta?

Fuimos 0-1 al descanso siendo muy superiores. Presión alta, líneas muy juntas, muchas ocasiones. El 0-1 fue obra de Rafa después de un pase magistral desde el centro del campo de Carlota.

Hasta el minuto 60 siguió la ventaja en el marador, pero nos empataron después de un rebote dentro del área que les favoreció. Con el 1-1 seguimos igual, presionando todas, intentando dejar sin ideas a las centrales y a la portera para que golpearan el balón y no lo sacaran jugado.

Cuando queríamos ir a por la victoria, tuvimos que hacer 3 cambios seguidos. Samanta, Candela e Isa. Esto dejaba al equipo sin opciones de más cambios.

En el 75 el árbitro pitó una falta al borde del área que no era. Yaiza, a pesar de adivinar el lado del disparo, no pudo detenerlo y entró en la portería.

Con el 2-1 y el cansancio físico se notaba que el equipo había bajado una marcha. El 3-1, 4-1 y 5-1 llegaron de manera muy seguida. Anímicamente el equipo quería seguir creyendo, pero no quedaba tiempo para la remontada.

Muy buena primera parte de todas. Tenemos que quedarnos con eso. Hicimos buen fútbol, llegamos a puerta y tuvimos ocasiones. Al final, el cansancio y las lesiones volvieron a jugar un papel importante en el resultado final.

Destacar, por último, el comportamiento nefasto de la afición de las locales. No deberían verse estas cosas en los terrenos de juego, al final es lo que estropea este deporte tan bonito.

Ahora semana de descanso, pero pensando ya en el próximo partido. Muy orgullosa de todo el equipo, no ganamos pero lo dimos todo. A veces el resultado no refleja lo que se ve en el campo, pero nosotras sabemos lo que hicimos y cómo lo hicimos.

Encuentro Villestro - Rúa Valdeorras. Crónica de Isabel Vázquez