El concello de O Barco de Valdeorras está realizando mediciones sonométricas, es decir de control de sonido a los locales de hostelería de la villa, tal y como ha reconocido su alcalde Alfredo García.
El motivo no es otro que las quejas de los vecinos ante la música elevada en algunos de estos establecimientos. En muchos de ellos, los operarios municipales han confirmado que no cuentan con licencia de bar sino de pub, por lo que los equipos de música no pueden superar los 70 decibelios. "A veces los bares no funcionan y los propietarios comienzan a poner música para enfocarlos más a ser un pub", ha reconocido el primer edil.
De este modo, los agentes de la policía local de O Barco están realizando inspecciones y, en caso de que se sobrepase el límite establecido en la ordenanza municipal, se abrirá un expediente. En ese caso los propietarios de los bares deberán colocar un limitador y, sino lo hacen, el concello sancionará al propietarios pudiendo requisar el equipo. Medidas que, según el alcalde, tienen por objetivo mejorar la convivencia entre vecinos y hosteleros.
García reconoció que el sonido no es siempre de la música puesto que a veces el ruido proviene del movimiento de las sillas en bares que no cuentan con la suficiente insonorización.
Este es un hecho que se da en diferentes concellos de toda España. Como ejemplo en Barbanza, donde fue finalmente la Valedora do Pobo quien, en el último mes de febrero, instó al concello a realizar las mediciones oportunas ante las denuncias vecinales.
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