Mejorar la accesibilidad y la seguridad de los peatones son los principales objetivos que se marca el Concello con la instalación de este tipo de infraestructuras
El grupo de gobierno de O Barco espera a la próxima incorporación de dos albañiles a la brigada de obras para iniciar la construcción de, entre otras cosas, tres pasos elevados en la villa. Así lo explicó el alcalde, Alfredo García, en el pasado pleno ordinario del mes de abril, en el que el concejal del PP Arsenio Moldes, trasladaba las quejas de los vecinos de la calle Juan Giral que reclamaban la instalación una de estas infraestructuras.
El regidor apuntó que «en muchas ocasiones» el Concello tiene dificultades «para contratar empresas que realicen determinados trabajos puntuales», de ahí la necesidad de incorporar dos trabajadores más y así contar «con una brigada en condiciones» que espera esté funcionando «antes de que termine este mes».
Uno de los primeros trabajos que acometerá la mencionada brigada, será el de dotar a varias calles de la localidad, de pasos elevados. «Yo tomo nota de todos las peticiones que me hacen y aunque tarde, siempre procuro llevarlas a cabo si de verdad son necesarias», cuenta García. Una de ellas le llegó al alcalde a través de varios vecinos de la calle Juan Giral, «que aunque tiene una limitación a 30km/h, no suele respetarse; además termina en curva tras una cuesta, de ahí que sea una de las que ya teníamos pensado llevarla a cabo».
Otra de las actuaciones se llevará a cabo en la confluencia de la calle Santa Rita, los jardines de la estación de tren y el paso subterráneo peatonal hacia la calle Caleras, según explica el alcalde, por dos razones, un problema de accesibilidad y otro de escasa visibilidad. «La gente en silla de ruedas cuando cruza hacia la calle Santa Rita, no tiene donde poder girar porque el espacio de acera es muy reducido; si hacemos un paso elevado facilitamos sobremanera la accesibilidad», explica.
A esto se añade la falta de visibilidad sobre todo en la época estival; «cuando por las tardes da el sol de frente, el conductor se deslumbra, y ahí sí que ha habido algún susto, incluso de coches que iban despacio». La intención del alcalde es colocar en esa zona un paso para obligar a la gente a que reduzca la velocidad porque, de darse esa situación, «será difícil para el conductor ver a los peatones», explicó García.
El último de los pasos elevados que también ha llegado por petición vecinal al Concello, se situaría en la calle La Rampa. «Cuando llegas a la altura del paso subterráneo hay un Stop y no hay mucha visibilidad para el conductor en la maniobra siguiente», cuenta, aunque confiesa que es el que menos le convence de los tres, «aún tenemos que estudiarlo más en profundidad».
