El Centro de Día O Salgueiral se convierte en diciembre en un lugar mágico donde los mayores no solo encuentran compañía, sino también motivos para sonreír y celebrar. Con actividades pensadas para alegrar el corazón y estimular la creatividad, el centro transforma la rutina en una auténtica fiesta navideña.
Los usuarios del centro han trabajado con ilusión en la decoración navideña, creando gnomos de lana, estrellas de purpurina y adornos personalizados para llevar a sus hogares. «Ellos mismos decoran el espacio y disfrutan del proceso. Cada manualidad lleva un poco de su esencia, y eso es lo que hace especial nuestro centro», explica Patricia López, directora del Centro.
Cuando falta menos de una semana para la llegada de la Navidad, el centro ya se prepara para celebrarlo con los 40 usuarios del centro. Han preparado un montón de actividades, todas ellas pensadas para hacer de estos días, momentos especiales de cariño y unión. Este año no podrán celebrar la tradicional fiesta con las familias de los usuarios. Las instalaciones se les han quedado pequeñas para albergar a tanta gente, pero eso no significa que los mayores vayan a quedarse sin el resto de actividades.
Música, juegos y detalles
La programación navideña incluye además una actuación musical sorpresa y el tradicional bingo, que esta vez ofrecerá una cesta navideña como premio principal. Estas actividades no solo aportan diversión, sino que fomentan la participación y fortalecen la convivencia en el grupo.
«El bingo es un clásico que siempre esperan con ganas. Incluso las manualidades pueden esperar, pero el jueves de bingo no se perdona», cuenta Patricia López entre risas.
La visita anual del colegio Divina Pastora marca uno de los momentos más emocionantes. Los niños cantan villancicos y regalan postales personalizadas, y el centro también les entrega a ellos un regalo. Esta actividad crea lazos intergeneracionales y despierta emociones profundas en los mayores. «Es una tradición que esperamos con muchas ganas, porque combina música, ternura y esa conexión especial entre niños y mayores», señalan desde el centro.
Escuchar y acompañar
Pero, en O Salgueiral, la Navidad es mucho más que villancicos y decoraciones. También es un momento para escuchar, acompañar y apoyar a los usuarios que puedan sentirse más vulnerables. «Hablamos con ellos de todo, incluso de la pérdida y la muerte, con respeto y naturalidad. Expresarse les ayuda, y nosotros estamos aquí para escuchar y comprender», destaca la directora del centro de día.
Este lugar es un espacio donde la dedicación y la energía no faltan. Detrás de cada actividad está el trabajo de un equipo comprometido, que, además, comparte las vivencias del día a día en redes sociales para que las familias y la comunidad puedan disfrutar de estos momentos especiales.
En O Salgueiral, cada detalle cuenta, y la Navidad se vive como una oportunidad para celebrar la vida, la creatividad y la unión. Porque aquí, las fiestas no son solo una fecha en el calendario, son una forma de hacer que cada día importe.
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