El Belén de Viloira (O Barco) es una tradición muy querida y arraigada. Suele atraer a muchas personas que desean disfrutar de la magia de la Navidad y a su vez apreciar el esfuerzo de los vecinos, quienes trabajan arduamente para montar la exposición cada año.
Este sábado, 8 de diciembre, a las 18.00 horas, abre de nuevo sus puertas en la parroquia del pueblo y lo hace con una colocación diferente para darle una nueva perspectiva, con nuevas figuras mecanizadas y lo más novedoso en esta edición, es la incorporación de la "Anunciación".
El Belén se divide en dos zonas, atendiendo al nivel económico de las gentes. La parte más pobre de Jerusalén la encontramos a la izquierda donde está el pesebre con el nacimiento, que este año está abierto para dar una visión diferente, y los oficios más humildes de aquella época: pastores, esquiladores, zapateros, huertos, panaderos, herreros, cesteros. Cierra esta parte más pobre la posada con una calle que nos lleva a ese lugar.
En el centro ya comenzamos a ver mucho comercio, las casas de los doctores de la época, la señora que tiende ropa, los trovadores, la frutería, los niños jugando en la calle. Llegamos al pie del castillo de Herodes, situado en la parte derecha, donde encontramos el mercado más pudiente: joyeros, vendedores de telas y alfombras, especias, alfarería.
Este Belén, junto con la decoración navideña de la iglesia, está realizado por tres matrimonios de la parroquia. A Fina, Eulogio, Brisi, Carlos, Luisa y jose, no les importa dedicar horas y horas de su tiempo de descanso para hacer felices a todos los que acudan a verlo. Lo podemos visitar los viernes, sábados y domingos de 18 a 20 horas hasta el próximo 12 de enero
