Es una tarde soleada en O Barco de Valdeorras. El otoño va acechando pero aún así la gente sale a caminar y a disfrutar del entorno que ofrece el Malecón de la villa barquense. Dentro de un grupo de personas se encuentra Antonio Roda, médico jubilado de 66 años que recorre el Camiño de Inverno.
Este ciudadano portugués salió desde Ginebra, Suíza, con la finalidad de llegar a Santiago de Compostela el próximo 1 de noviembre, día de la Misa del Peregrino. Roda detalla que desea verla porque al ser Año Santo, se celebra con el Botafumeiro y es más especial.
No es el primer itinerario que realiza este médico que dejó su profesión por no casar con sus ideales. Desde los años 90 ha recorrido casi todas las rutas existentes. Para el, la ruta invernal es muy bonita. No olvida que el Camino Francés actualmente es de "turigrinos" explicando que en ella prima el dinero al espíritu Jacobeo.
Por eso recorrió estos días Valdeorras, buscando la soledad del caminante y también la paz que otorga este itinerario. Quiso también reseñar la hospitalidad de los valdeorreses. En el Bar San Roque fue invitado a una caña por los trabajadores de la pizarra, mientras que posteriormente fue hablando con muchos barquenses.
Para el, la sociedad está atada al reloj, vive pendiente de cuando debe realizar actividades en vez de vivir la vida. No le pone pegas a la ruta de Invierno, está bien señalizada y desea que siga así, porque si se va todo por asfalto no es lo mismo.
De cara al futuro va a seguir realizando rutas como el Palentino-Castellano que es nueva o el de San Toribio de Liébana en 2023. Ya tiene preparados 4 caminos.