
Cuando una banda empieza, todo son ilusiones, ensayos en garajes y el sueño de tocar en directo. Pero ¿qué pasa cuando en una comarca entera surge la necesidad de unirse, compartir experiencias y hacer de la música algo más grande? Pasa lo que ha pasado en Valdeorras con AMAVA, la Asociación de Músicos Alternativos, que este 23 de abril celebra su 15º aniversario convertida en una familia musical en pleno crecimiento.
Ramón Teira, su actual presidente, lo tiene claro: «Creo que nadie imaginaba que AMAVA llegaría a lo que es hoy». Y no es para menos. Lo que comenzó como una manera de conseguir un local de ensayo ha evolucionado hasta convertirse en un pilar de la escena musical de la comarca, con más de 50 socios, una agenda de eventos constante y hasta músicos que ya actúan fuera de Valdeorras. «Estamos metidos en todos los embrollos», dice entre risas, orgulloso de la energía que se respira en la asociación.
Porque AMAVA no es solo un sitio donde tocar. Es un lugar donde nacen colaboraciones, donde se aprende y donde se disfruta de la música en todas sus formas. No todos los socios usan el local de ensayo, y eso es una señal de que la asociación ofrece mucho más: «Se ve que les atraen los eventos, las oportunidades de conocer a otros músicos, de participar en proyectos».
Un cumpleaños con rock y aprendizaje
Los 15 años de AMAVA no podían pasar desapercibidos, así que han preparado una serie de eventos especiales. El primero, este jueves 13 de marzo en el Escondite Inglés, en A Rúa, con un invitado de lujo: Víctor de Andrés, guitarrista de Mägo de Oz. «Nos hará una exhibición y una charla didáctica. Podremos preguntarle sobre su instrumento, pedales, amplificadores o sobre la vida de un rockero a alto nivel», explica Teira. Y no ha sido fácil cuadrar fechas: «Llevamos meses hablando con él, pero estaba de gira por Latinoamérica. Ahora que ha vuelto, tenemos que aprovechar».
El Escondite Inglés se ha convertido en uno de los lugares clave para AMAVA, no solo por su acústica y equipo de sonido, sino por la buena sintonía con su gerente. Allí también organizan una de sus actividades más exitosas: las jam sessions mensuales. «La acogida ha sido tan buena que hemos tenido que limitar los horarios. Si no, aquello no acabaría nunca», dice entre risas. Aunque la improvisación es clave en una jam session, en AMAVA han tenido que darle un poco de estructura para que todos los músicos puedan participar sin que reine el caos.
Pero AMAVA no se queda solo en los conciertos y las sesiones improvisadas. Recientemente han incorporado una vertiente didáctica, respondiendo a la demanda de padres que querían clases para sus hijos. «Somos más de 50 y solo tenemos un local, así que cuadrar horarios es imposible. Pero aun así hemos incorporado una parte didáctica a la asociación con cursos y formación o eventos como el encuentro con Víctor de Andrés». Ya han impartido talleres de manejo de mesa de mezclas y tienen en mente nuevas actividades para el futuro.
Y los planes no se quedan ahí. Para celebrar este 15º aniversario, está trabajando en dos proyectos ambiciosos. Uno de ellos es un festival similar al del año pasado, pero con un formato renovado que incluirá más colaboración con la hostelería local para que todos salgan beneficiados. El otro, aún más especial, es la grabación de un disco con los grupos de la asociación. «Cada grupo aportará uno o dos temas propios y así podrán vivir la experiencia de grabar en estudio, algo que muchos no han hecho nunca», cuenta Teira. «No buscamos beneficio con el disco, hoy en día los ordenadores ya ni traen lector de CD», bromea, «pero servirá para hacer piña y fortalecer aún más la comunidad».
Talento que brilla dentro y fuera de Valdeorras
Dentro de la asociación hay talento de todos los estilos y niveles, pero hay nombres que empiezan a destacar. Uno de ellos es el de Nerea Jiménez, cuya proyección ha crecido notablemente en los últimos tiempos. «Tiene una voz prodigiosa y una técnica impresionante. No es solo cuestión de tiempo de ensayo, hay algo innato en su talento», reconoce Teira.
Otros grupos como Mrs. Fine, El Patio de Leni, Seika y No Time llevan años en la asociación y siguen con la misma ilusión de siempre. Aunque algunos músicos jóvenes han tenido que marcharse a estudiar fuera, muchos de ellos siguen participando en las jam sessions cuando regresan.
Y la familia sigue creciendo. AMAVA sigue aceptando nuevos socios y, aunque en algún momento puedan quedarse sin espacio en el local, siempre encontrarán la forma de seguir adelante. «Quizás tengamos que buscar un segundo local o incluso crear ‘AMAVA 2’», bromea Teira. «Pero lo importante es que seguimos aquí, disfrutando de la música y haciendo que Valdeorras suene cada vez más fuerte».
Porque en esta comarca, si hay un evento, un concierto o un embrollo musical en el que meterse, ahí estará AMAVA.
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