Noche complicada en O Barco. La Casa Grande de Viloira se ha convertido de forma provisional en una base de control del incendio que ya ha calcinado más de 2.400 hectáreas, quemando casas y obligando a la evacuación de los vecinos de varias parroquias.
El importante avance del fuego ha motivado el traslado para una reunión de urgencia del Conselleiro de Medio Rural, José González; el director xeral de emergencias, Santiago Villanueva; el delegado territorial de la Xunta en Ourense, Gabriel Alén; el alcalde de O Barco, Alfredo García, y el teniente alcalde, Aurentino Alonso.
«Seguimos en una situación preocupante. Nos está empezando a dar un respiro en algunos pueblos por los que pasó», explicaba el alcalde, Alfredo García, quien aseguraba que en otros, como Alixo, «están ardiendo viviendas. Al menos seis, aunque mañana, cuando se pueda ir, será el momento de evaluar». Además, ha sido necesario mandar agua ya que el depósito de abastecimiento del núcleo se agotó hace horas. «Vamos a intentar que arda el menos número de casas posible».
Otro punto que preocupa en estos momentos es Santigoso. Allí se ha trasladado la Unidad Militar de Emergencias —UME— para intentar evitar que el fuego llegue al pueblo y continúa propagándose. «Parece que hay cierta tranquilidad de que entre el fuego al pueblo. El monte, a estas horas de la noche...».
En Santa Mariña los propios vecinos, juntos a los GES de O Barco y A Veiga se preparan para la posible llegada de las llamas. «Los vecinos se han organizado y colocaron mangueras por donde presumiblemente va el fuego».
El regidor asegura que este es el fuego «más desolador que he vivido. Recuerdo incendios muy potentes, pero que haya puesto en peligro tantos núcleos y quemado casas...».
450 efectivos trabajando
El conselleiro de Medio Rural, José González, se encuentra en estos momentos en la zona de Santigoso, donde la UME trabaja para evitar la expansión de las llamas. «Después de tener como máxima prioridad proteger las aldeas, que sigue siendo ahora lo prioritario, vamos a intentar perimetrar también el fuego».
En esta labora trabajan 22 palas en diferentes puntos. «Están realizando una labor de perimetraje para mañana, a lo largo del día y con ayuda de los medios aéreos, intentar revertir una situación muy complicada por las altas temperaturas, la baja humedad y el viento».
González ha informado de que en estos momentos están trabajando 450 efectivo, contando con la UME y un dispositivo del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios de Galicia. «Tenemos 50 motobombas repartidas por los pueblos para proteger».
