Alfredo García: «El cariño recibido es lo que me hace seguir con ilusión»

El recién reelegido alcalde de O Barco hace balance tras la investidura del pasado sábado, la sexta en su haber, y admite decepción ante el nuevo panorama de la Diputación

Somos Comarca: Sábado día 15 de junio, investidura y en su discurso el alcalde de O Barco dice que llega a la alcaldía con la misma ilusión que el primer día y ya vamos por la sexta legislatura. ¿Eso como se hace?

Alfredo García: (Risas) Yo soy muy pesado. La verdad es que no sé. Existe el tema del servicio público, el interés por resolver los problemas de tu pueblo y sobre todo el cariño de los vecinos. De todo, al final lo más importante es eso, porque te hace seguir conservando esa ilusión y esas ganas de trabajar para mejorar el pueblo y conseguir los objetivos del programa. Cuando ves que la gente te sigue parando por la calle y te felicita, la sonrisa de satisfacción con la que te para te da folgos para seguir al pie del cañón.

SC: Mencionaba además en múltiples ocasiones en su discurso, la colaboración entre grupos políticos, a pesar de que la mayoría que ostenta no necesita de esos de esos apoyos, sí apelaba al consenso y la participación de la oposición en la gestión municipal:

AG: Yo lo he intentado siempre. A veces lo consigues y a veces no. Que haya consenso no depende solo de uno. Consiste en ceder. Las opiniones que dan los demás hay que tenerlas en cuenta y valorarlas. De esa valoración casi siempre se llegan a acuerdos. Por ejemplo, el documento que va a salir a información pública sobre el Plan de Movilidad está consensuado, fue a una comisión de medio ambiente, se plantearon dudas, hicimos otra comisión y se sacó este documento. Así es como hay que trabajar. Es cierto que la ideología y la visión de solución de las cosas es a veces diferente pero en la inmensa mayoría de las situaciones se pueden llegar a acuerdos, aunque no sea «tu idea».

SC: La unanimidad como mejor opción...

AG: Indudablemente. No se da, pero es bueno que tendamos hacia ella...

SC: ¿Cómo está siendo su primer día laboral somo alcalde, de nuevo? ¿Ha cambiado algo?

No ha cambiado nada. Estoy de papeleos, temas administrativos. Un día normal, un día más.

SC: ¿Qué desea el alcalde de O Barco de esta legislatura?

AG: Desearía que se cumplan los proyectos que nuestro grupo tiene en mente y que quiere llevar a término. Desearía que bajase el paro en la comarca, aunque no es un tema directamente de incumbencia municipal, estamos en una buena tendencia, desearía que además se vayan recuperando poco a poco los sueldos, que la gente recupere poder adquisitivo y eso genere más empleo. Desearía que las administraciones cumplan con otras administraciones y con los ciudadanos.

En este punto, nos hemos llevado una pequeña decepción este fin de semana con el acuerdo de Orense que nos mantiene cuatro años más con la Diputación gobernada por Baltar. Vamos a ver si esa necesidad de pactar con alguien hace que cambie el rumbo y no le quede más remedio que tenga que cambiar determinadas cosas. Pero a los concellos de Orense se nos ponen los dientes larguísimos cuando vimos en el mes de abril que la Diputación de Lugo por unaminidad aprobaron un plan de concellos: el que menos recibía, unos 150.000 euros y el que más, 500.000 euros. Cada uno lo usara en lo conveniente. Desgraciadamente aquí lo estamos perdiendo, prefieren gastar el dinero de otra forma. Vamos a ver qué pasa. Era un tema importante, y al final, la ambición del candidato a la alcaldía de Ourense frustró toda posibilidad.

SC: ¿Cuál es su opinión de lo que ha pasado en la Diputación?

AG: Lo que ha pasado no me parece normal. El actual candidato se pasó casi cuatro año vilipendiando a Baltar y poníendolo a pan pedir, y ahora ha ido allí y lo ha votado. La dignidad de las personas tiene que estar por encima de las fidelidades partidistas, no vale todo en política. El insulto permanente y la descalificación tampoco valen. He sido portavoz en la Diputación Provincial y nunca le falté al respeto al presidente, jamás. Tuvimos fuertes discusiones y debates tensos, pero no hubo falta de respeto por ninguna parte.

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