«En el 95 % de los accidentes, nadie tiene la culpa. Y cuando alguien la asume, es la excepción». Fernando Lozano, oficial jefe de la Policía Local de O Barco lo sabe bien, ya que vive accidentes de tráfico en el casco urbano todas las semanas. En la mayoría de las ocasiones no dejan heridos, pero sí un buen número de discusiones, insultos e incluso situaciones de riesgo añadidas. «El problema no suele ser el daño material, sino el nerviosismo y la falta de civismo que generan», advierte.
Lozano lo tiene claro: lo primero, ante un accidente, es protegerse. «Hay que asegurarse de que uno mismo está fuera de peligro antes de ayudar a los demás», insiste. Después, toca llamar a la Policía. «No solo para gestionar el tráfico o tomar nota de lo ocurrido, sino para mediar si la tensión se dispara». Asegura que es habitual que las personas involucradas se alteren, discutan o incluso se enfrenten entre ellas. Y que ahí, más que actuar como agentes, toca ejercer de mediadores.
Lozano, insiste, además, en que «un accidente, si es fortuito, no es más que eso: un accidente. Pero si alguien provoca daños intencionadamente o abandona el lugar sin atender a los heridos, estamos hablando de un delito», explica. En casos graves, como atropellos con fuga, la investigación se activa de inmediato. «En cuanto localizamos al conductor, se hacen las pruebas pertinentes. Y si ha huido dejando a alguien malherido, además de abandono del lugar del accidente, puede haber delito de omisión de socorro».
El oficial jefe recuerda también que el civismo es fundamental y que se evitarían muchos problemas si los ciudadanos colaboraran más activamente. «A veces nos avisan de conductas temerarias o actos vandálicos cuando ya ha pasado todo. Pero si nos llaman en el momento, en un minuto estamos allí. Y la confidencialidad está garantizada».
Lozano también pide respeto para las víctimas. Literalmente. «Ver a alguien semi desnudo, herido, vomitando o mareado en el suelo y rodeado de gente mirando es inhumano. Hay que tener empatía y, si no se puede ayudar, al menos no molestar». La Policía, subraya, también está para proteger la intimidad de las personas en momentos delicados.
Mientras ultima los dispositivos de Semana Santa y comienza ya a planificar las fiestas de Santa Rita, el oficial jefe de la Policía Local lanza un mensaje claro: «Accidentes habrá siempre. Lo que marca la diferencia es cómo actuamos cuando ocurren».
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