2025 confirma el buen trabajo de Amava, una asociación imprescindible

2025 confirma el buen trabajo de Amava, una asociación imprescindible
La Asociación de músicos alternativos de Valdeorras es más que un colectivo de músicos: es una red de apoyo, aprendizaje y creación que ha crecido gracias al esfuerzo desinteresado de quienes la integran

La Asociación de Músicas Alternativas de Valdeorras (AMAVA) acaba de cerrar un año que su presidente, Ramón Teira, define como «redondo». Y no es para menos. En 2025 la entidad ha celebrado su 15º aniversario consolidándose como uno de los motores culturales más vivos de la comarca y demostrando que, cuando se construye comunidad, la música se convierte en un punto de encuentro para todas las edades y estilos.  

Lo que nació como un espacio para quienes necesitaban un lugar donde ensayar es hoy una asociación que no deja de crecer. Han pasado de 50 a 67 socios, un número que a Teira todavía le sorprende por la dimensión de la comarca y por la diversidad de procedencias: Ponferrada, Ávila o incluso Betanzos. «Es una barbaridad», reconoce, y un síntoma claro del atractivo que AMAVA genera.  

Un año de actividades que multiplica oportunidades

El 2025 de AMAVA ha sido variado y fértil. El local de ensayo —el corazón de la asociación— sigue «más activo que nunca», un espacio donde aprender, formarse y crear grupos. A él se suman las jam sessions, una oportunidad para que músicos principiantes o sin banda puedan tocar ante el público y ganar confianza.

El ámbito formativo también ha dado un salto: cursos de guitarra, manejo de mesa de mezclas y clases de batería, estas últimas recién iniciadas y con gran acogida. Y, como guinda, el gran proyecto que llevaba tiempo esperando su momento: la grabación del primer disco colectivo de AMAVA. Algunos grupos ya han pasado por el estudio, abriendo la puerta a una experiencia que para muchos hubiera sido inaccesible por coste o complejidad.  

En la comarca, AMAVA se ha convertido en un escaparate real para los músicos locales. Teira lo resume con claridad: son numerosas las organizaciones y ayuntamientos que contactan directamente con la asociación para contratar artistas. AMAVA actúa incluso como puente para los más jóvenes, orientándoles y acompañándoles en esos primeros pasos.

Entre los grupos consolidados destacan Mrs. Fine, que acaba de grabar videoclip y avanza en su disco; El Patio de Lenny, con una trayectoria repleta de conciertos; y Nerea Jiménez, cuyo crecimiento ha sido «un pelotazo», compaginando su carrera musical con estudios en Salamanca. A ellos se suman proyectos como Navegando Barlovento, Tente en Pie, Skala o el trabajo propio de Martiño, incluso desde Sevilla.  

AMAVA es, además, un mosaico de edades: desde un grupo de chicos de 13 años —incorporados con el apoyo de sus familias— hasta personas jubiladas que disfrutan del local tanto como los más jóvenes. Una diversidad que habla de la verdadera vocación de la asociación: ser un espacio abierto, intergeneracional y accesible.  

56 eventos en un año: la música como forma de estar presente

La actividad ha sido incesante: 56 eventos en 2025, más de uno por semana. Conciertos en verano, jam sessions, participaciones en celebraciones locales y presencia en citas clásicas como las Fiestas del Cristo, Son de Estación o entregas de premios relacionadas con la pizarra y el vino. AMAVA ha estado ahí, llenando escenarios y reforzando el vínculo entre música y territorio.

Y aunque algunos festivales, como el SILFEST, aún no han cerrado programación, la asociación entiende que es saludable que la oferta cultural no repita siempre a los mismos grupos. «Igual nos toca ampliar fronteras», comenta Teira, con naturalidad y visión de futuro.  

Un 2026 con metas claras

Para el próximo año, las líneas están marcadas: continuar con las clases recién implantadas, terminar el disco colectivo y repetir el festival que tanto público dejó con ganas de más. También planean un evento infantil que permita a los más pequeños acercarse al mundo de la música y descubrir talentos emergentes.

En un momento en el que la agenda cultural navideña está saturada, AMAVA ha decidido reservar fuerzas y preparar con calma las propuestas de 2026. Una decisión que refleja la madurez de una asociación que piensa en el largo plazo.  

Si algo queda claro tras escuchar a su presidente es que AMAVA es más que un colectivo de músicos: es una red de apoyo, aprendizaje y creación que ha crecido gracias al esfuerzo desinteresado de quienes la integran.

Ramón Teira, en su tercer año como presidente, refleja ese espíritu humilde y trabajador. Gestionar 67 socios, coordinar actividades, atender eventos, impulsar proyectos y acompañar a los jóvenes no es tarea sencilla. Pero su tono transmite orgullo y agradecimiento, consciente de que el éxito de AMAVA no es individual, sino compartido.

«Cada vez son más los que cuentan con nosotros porque ven de verdad el talento», afirma. Y lo dicen también los hechos: quince años después, AMAVA sigue abriendo caminos para que la música de Valdeorras suene más lejos que nunca.