
El pasado mes de diciembre se presentaba en Ourense la Guía de Buenas Prácticas Ambientales para el sector de la pizarra. El encargado de hacerlo fue Luis Andón, técnico agrícola por la USC y director del departamento de medio ambiente en CALFENSA. La iniciativa ha sido puesta en marcha en conjunto por el Clúster de la Pizarra y la Xunta de Galicia.
Somos Comarca: ¿En qué consiste este proyecto?
Luis Andón: El Clúster de la Pizarra en convenio con la Xunta de Galicia, ha decidido plasmar en un documento las experiencias ambientales desarrolladas en las explotaciones mineras de la pizarra que se iniciaron en el año 90. Todas estas experiencias vividas en estos casi 30 años, servirán de guía al sector para poder llevar a cabo una restauración ambiental correcta de las escombreras que genera la actividad minera.
SC: ¿Cómo está estructurado este estudio?
LA: El estudio básicamente se centra en tres apartados. En primer lugar, en las buenas prácticas de la propia explotación de las canteras; en segundo lugar, en la ejecución de las escombreras que genera esa explotación; por último, en la estabilización de los taludes de esas escombreras mediante técnicas de revegetación ambiental.
SC: Lo que conseguimos con todo ello es volver a recuperar el terreno...
LA: En el mundo en el que vivimos, todas las actividades humanas generan impactos ambientales y, con las tecnologías que hay, tenemos que intentar llevar esos impactos a una mínima expresión. Al final se trata de compatibilizar las explotaciones mineras y las actividades humanas en general, con el respeto al medio ambiente. Todos hablamos últimamente sobre el cambio climático, sobre todo porque nos ha empezado a afectar mucho, con la falta de lluvias y temperaturas extremas. Cada uno, en su actividad humana, debe minimizar un poco los impactos que genera y al final, esto es un impacto más.
SC: ¿Cuál es la razón de editar ahora esta guía?
LA: A finales de los 80 se pusieron en contacto con nosotros para ver en qué medida se podían minimizar los efectos de esta actividad. Todas esas experiencias de tantos años nos han llevado a analizar una serie de factores climáticos, de suelo, de altitud, de orientación, el estudio de la flora y fauna de la zona, y la manera de volver a implantar la vegetación, que es el germen de todo lo demás. Debemos conseguir que la huella que ha dejado el hombre en una actividad minera, prácticamente no exista.
SC: ¿Cómo fue la evolución de todas esas experiencias?
LA: Los inicios fueron muy duros, porque el medio es muy hostil, normalmente las explotaciones están a una altitud elevada, en una zona donde el clima es severo, donde la presencia de finos en el suelo es escasa. Así que en los inicios hubo algunos fracasos que nos hicieron aprender y volver a insistir con constancia. Ocurre también que la tecnología de restauración ambiental que tenemos ahora en el siglo XXI no es la misma que la que había hace 30 años. Al final se ha demostrado que la técnica más rápida para implantación de una cubierta vegetal en terrenos de escombrera es la técnica de hidrosiembra. Hay que seleccionar mucho las especies vegetales mediante estudios previos en la zona y en consecuencia tratar de hacer que ese impacto sea el menor posible. Lograr una rápida implantación de la cubierta vegetal y reducir todos los procesos erosivos de viento, aire y el aspecto paisaje que generan esas escombreras.
SC: ¿En qué consiste la restauración de escombreras?
LA: Partimos de la normativa ambiental europea y española que contemplan un estudio de impacto ambiental antes del inicio de la explotación minera y el sector de la pizarra no es ajeno a esa normativa. Partiendo de ese estudio y de cada escombrera en particular, analizamos el medio físico y el medio natural. El primero conlleva el análisis de suelos, por un lado la tierra vegetal que vamos a emplear en la restauración de la escombrera, por otro lado los lodos que utilizamos que se generan en la propia actividad de corte de la pizarra, y son reutilizados para las labores posteriores de restauración. Se analiza un poco la pendiente de esa escombrera, la altitud y la orientación. En cuanto al medio natural lo que hacemos es estudiar el fitoclima de la zona, estudiar la flora, la fauna y las riberas de cauces si existieran cerca de esas escombreras. Con todo ello se hace un estudio en profundidad para tomar una decisión sobre los componentes que debemos utilizar para la realización de esa hidrosiembra y la implantación de la futura cubierta vegetal.
SC: La estabilización de taludes sería otro de los ejes…
LA: Así es. Hemos trabajado con la Universidad de Vigo para diseñar la modelización más correcta de esa escombrera en cuanto a buscar la zona más apropiada a estudiar las pendientes del terreno y el lugar más óptimo donde depositar ese escombro que se genera en la actividad minera. En esencia, unas buenas prácticas que básicamente hay que llevarlas al contexto de orden.
Todas las actividades, tanto las de extracción como la reposición de los materiales en escombrera, indudablemente nos simplifican el proceso de restauración de la misma. Todo ello siempre con un componente de seguridad, porque trabajamos en un medio complejo y el factor de seguridad es el principal a tener en cuenta.
Esa modelización y diseño de escombrera pretende que, una vez termina la actividad de explotación de la mina de pizarra y el lugar queda abandonado y clausurado, no cree riesgos para los futuros visitantes y quede perfectamente integrado en el entorno ambiental y paisajístico.
SC: El hecho de que ahora hayáis sacado esta guía ¿es porque no se están haciendo bien las cosas?
LA: No, para nada. Sacar a la luz esta guía no quiere decir que lo que aquí exponemos no se haya iniciado. Ha habido ya una serie de trabajos y experiencias en las diferentes empresas del sector, esos trabajos se han ido mejorando con el tiempo y lo único que se ha hecho es sacar unas conclusiones que sirvan un poco de guía para futuras explotaciones de pizarra. El trabajo se ha ido haciendo y se sigue con ello, incluso estamos pensando en nuevos proyectos de I+D de cara a este año y al año que viene para no estancarnos y estar al día en las últimas novedades que se puedan llevar a la práctica.