
«Las empresas de Valdeorras no pueden quedarse atrás; la digitalización, el turismo y la sostenibilidad serán esenciales para mantenernos competitivos en 2025». Así define Araceli Fernández, presidenta de la Asociación Empresarial de Valdeorras (AEVA), los retos que marcarán el futuro inmediato de la comarca. Tiene claro que el próximo año será decisivo para acompañar a los empresarios locales en un momento de constantes transformaciones, ofreciendo herramientas y formación para que puedan adaptarse a los continuos cambios.
La digitalización será una de esas transformaciones. Implementar herramientas como la factura electrónica y cumplir con las nuevas normativas sobre gestión de residuos se perfila como una tarea ineludible. «Sabemos que asimilar tantos cambios de golpe no es fácil, especialmente para las pequeñas empresas, pero AEVA está aquí para hacer ese camino más sencillo», asegura Fernández, subrayando la importancia de la economía circular como un eje imprescindible para reducir costes y ganar en sostenibilidad.
En paralelo, el turismo se mantiene como otra de las grandes apuestas para 2025. AEVA seguirá impulsando el programa «Recomenda Valdeorras», una iniciativa que busca convertir a los propios vecinos en embajadores de la comarca. «No hay mejor guía que quien ama y conoce su tierra. Si queremos atraer visitantes, primero tenemos que sentirnos orgullosos de lo que tenemos», reflexiona Fernández, recordando que el desarrollo turístico es una asignatura pendiente, pero con un gran potencial económico para la región.
Esta apuesta por el turismo se complementará con programas destinados al comercio ya consolidados, como los cursos de escaparatismo y atención al cliente, que volverán a adaptarse a las necesidades actuales del comercio local. Para AEVA, estas acciones no solo refuerzan el tejido empresarial, sino que también construyen una identidad compartida en la comarca.
De cara al próximo año, la velocidad de los cambios sigue siendo uno de los principales retos para las empresas de Valdeorras. «Antes tenías tiempo para asimilar una novedad y avanzar. Ahora los cambios llegan todos juntos, y eso puede ser abrumador para las pequeñas empresas», explica Fernández, poniendo en valor el papel de AEVA como un punto de apoyo imprescindible para el empresariado local. La asociación trabaja para simplificar ese proceso, ofreciendo formación y acceso a herramientas que faciliten la transición hacia un modelo empresarial más moderno y competitivo.
Pero antes hay una cita importante para AEVA, en marzo, con las elecciones a la presidencia, un cambio importante marcando el inicio de una nueva etapa tras dos mandatos de Araceli Fernández al frente. Aunque no se presentará a la reelección, Fernández deja una asociación fortalecida y con una hoja de ruta clara basada en sostenibilidad, digitalización y cohesión.