El momento social y económico por el que están pasando los valdeorreses, y el resto de españoles y europeos, no está siendo sencillo. La subida del precio de los carburantes provoca un ascenso en los precios de la cesta de la compra que se ve unido al paro del sector del transporte.
Si hace justo dos años vivíamos la crisis del papel higiénico ahora llega al aceite, el arroz, la pasta, las legumbres, las mermeladas, el pan de molde y algunas bebidas. Estos son precisamente los productos que en el día de hoy faltan en algunos de los supermercados que permanecen abiertos en la comarca de Valdeorras.
Lo cierto es que la situación comenzó ya con la invasión rusa de Ucrania que llevo a una compra masiva de aceite de girasol ante el temor a su desabastecimiento y a que el número de litros que pueden comprarse sean «racionados». Ahora, el miedo a un posible paro del sector del transporte ha llevado a los consumidores a comprar de manera compulsiva.
Supermercados
La pregunta es si existe una amenaza real. Las direcciones de los supermercados con más presencia hacen un llamamiento a la calma destacando que no hay desabastecimiento ni previsión de que lo haya.
Además, admiten que la convocatoria de la huelga parte de la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte puede hacer tambalear la situación, pero no ha sido secundada por las principales asociaciones de transportistas, por lo que no se prevé que afecte en gran manera al suministro de las grandes cadenas de supermercados.
Desde las direcciones de los mismos esperan que la situación vuelva a la normalidad más pronto que tarde y destacan que la pasta y la harina son los productos más demandados. Califican en un 300% el incremento de ventas en algunos productos, llegando a ser del 800% el pasado sábado en la venta de pasta, arroz y aciete.
Bulos
Además, y como suele ocurrir, los bulos han vuelto a hacer presencia caldeando el temor de los consumidores. Entre los mensajes que circulan por redes, camioneros anónimos que advierten de posibles piquetes en gasolineras. Se trata de informaciones no confirmadas por ninguna organización.
Inflación
A esta histeria colectiva se ha sumado el mal dato de la inflación en Galicia que se sitúa en un 8%. Así, el miedo a que sigan subiendo los precios llevado a la población a comprar bienes no perecederos, como ya ocurrió en los primeros meses de la pandemia de la covid.
