Alrededor de 600 colmenas desaparecieron a causa del incendio que ha calcinado 10.500 hectáreas en los municipios de Carballeda de Valdeorras, Rubiá y O Barco. Una pérdida que afecta a 11 socios de la Asociación de Apicultores de Valdeorras, que ahora mira con preocupación al futuro.
Algunas de estas colmenas fueron alcanzadas por el fuego, mientras otras murieron intoxicadas por el humo. Pero además, las que consiguieron sobrevivir en la zona cuentan ahora con un importante problema: la falta de alimento. La vegetación, que es su principal fuente de nutrición, se ha visto reducida a cenizas. Por ello, es necesario reubicar las colmenas.
Desde la asociación valdeorresa se está trabajando en la búsqueda de nuevos espacios. Una labor en la que está colaborando la Agrupación Apícola de Galicia, que también está aportando alimento líquido y sólido para las abejas.
Pero toda ayuda es poca, por lo que se pide a los valdeorreses que «si alguien puede poner a disposición algún tipo de terreno para reubicarlas, que se ponga en contacto con nosotros para gestionarlo», explica María del Carmen Dosouto, secretaria de la asociación.
Las perdidas son más que cuantiosas ya que durante esta época se extrae la miel, una labor que no se va a poder llevar a cabo, ya que las propias abejas la van a necesitar para alimentarse. Un daño indirecto para un sector importante en la comarca.
