
El rural se está despoblando. Es un hecho. Son muchas los edificios de los pueblos en los de que la escuela es un inmueble vacío, o con otro uso y muchos los que solo tienen niños correteando por sus calles en época estival.
Un hecho que también ocurre en Valdeorras, donde poco a poco se despueblan los municipios y el envejecimiento de la población es latente. La centralización de los servicios y la falta de trabajo con el éxodo de los más jovenes hacía lugares con más industria, son dos de las causas que están llevando a que cada vez nazcan menos niños en los concellos del medio rural. Y en algún caso ninguno. Así ocurrió durante el 2015 en O Bolo, donde, según el Instituto Galego de Estadística no nació ningún niño el pasado año. El alcalde, Manuel Corzo recordó que llevan varios años dando ayudas económicas a cada persona que tienen un niño en el concello y que, de manera anual, se da 100 euros por hijo a aquellas familias que tienen tres o más.
Curiosamente en el 2014 en O Bolo nacieron cinco niños. Y es que esta es la tendencia, perder nacimientos año a año. Dado que son varios los municipios de la comarca en los que desciende el número de natalicios año tras año. En Petín y Larouco durante el 2015 solo hubo un nacimiento, cifras similares a 2014 con dos nacimientos y uno, respectivamente. Solo A Veiga cambio la tendencia, tres nacimientos en 2015 y uno en 2014.
La estadística es inversa en el caso de las defunciones. Y es que si en 2015 en la comarca de Valdeorras nacieron 120 niños fallecieron 399. E igual ocurre en Tierras de Trives donde el pasado año fallecieron 102 personas y solo se registraron 10 nuevos nacimientos.
Tal y como han hecho en O Bolo son varios los concellos que buscan luchar contra la desertización poblacional con ayudas a la natalidad. En Vilamartín este año ha sido el primero con una ayuda de 600 euros para los recién nacidos empadronados. Verán que tal resultado tiene, puesto que en 2015, antes de la entrada en vigor de la ayuda, habían nacido cinco niños. En Manzaneda la ayuda es de 900 euros que se reciben en tres anualidades. En este caso, no solo el niño debe estar empadronado en el concello sino también uno de los padres, al menos desde seis meses antes de solicitar la ayuda. Aun así, solo dos niños nacieron en 2015. Y es que la lucha por fijar población, es amarga.