El pasado 22 de diciembre finalizaba el periodo de Consulta Pública del Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Miño-Sil O.A. Un documento que recibió 57 propuestas de alegación. De ellas, 25 procedían de Administraciones; 9 de Asociaciones Ecologistas; 3 de Asociaciones Agrarias; 2 de otras asociaciones; 2 de colegios profesionales, 8 del sector de la minería; 7 de usos energéticos; y 1 de Administración portuguesa del agua. Todas ellas, como anunciaba la organización, serán analizadas para, en su caso, ser incorporadas al texto final.
Entre las alegaciones propuestas se encontraban las realizadas por el Concello de Carballeda de Valdeorras. La alcaldesa, María del Carmen González, asegura que «ese Plan, tal y como venía redactado en algunos artículos, supone prácticamente el cierre de las explotaciones mineras».
Es por ello que el consistorio realizó antes de finalizar el plazo las «oportunas alegaciones. Hemos explicado que se puede compatibilizar perfectamente y así lo hemos documentado». El principal motivo es que los apartados que afectan al sector pizarrero, motor económico de Valdeorras, se verían perjudicados por los cauces. «La pizarra está donde está, por lo tanto no podemos cambiar esa realidad. Hay que ver que es una zona de alta montaña con escorrentías cuando llueve y eso no puede poner en el mismo nivel el cauce de un río y un arroyo pequeño que a veces trae agua».
Por ello, el concello solicita indagar en los cauces, regularlos y «compatibilizarlos de forma que los cuidemos. Pero no tener en cuenta la escorrentía como un río».
