
Nadie discute en Valdeorras la importancia de la mina de Valborraz cuyos restos todavía se conservan en Casaio y de las que se extraía wólfram, sobre todo durante la II Guerra Mundial. Unas minas que, recientemente, han sido estudiadas por el grupo de arqueólogos Sputnik Labrego y que no dudarán en presentar en un congreso para arqueólogos europeos que tendrá lugar el próximo mes de septiembre en Hungría, Budapest.
Así lo ha confirmado Carlos Tejeriza quien señala que serán dos personas las que presentarán qué eran las minas y cómo han trabajado en ellas para tratar de descubrir una parte de esta historia de Valdeorras y de Europa.
La conferencia tendrá lugar dentro de un seminario de arqueología industrial en la que habrá un total de 13 comunicaciones.
Cabe recordar que este grupo trabaja excavando las minas, por campañas, desde 2019. La antigua mina de Valborraz fue uno de los enclaves principales de la conocida como guerra del wolframio en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, cuando la España de Franco exportó este mineral en grandes cantidades, sobre todo a la Alemania nazi.
En este contexto, la mina de Casaio fue una de las gestionadas de forma directa por aquella Alemania, de ahí que sea conocida como la ciudad de los alemanes. Fue también en este período cuando la mina acogió el Destacamento Penal de las Minas de Valborrás, analizado en profundidad por el investigador Isidro García Tato.