sábado. 20.04.2024
La esencia de la fiesta del Padre Eterno

Una peregrinación que se adentra en los orígenes de la comarca de Valdeorras. La historia de la festividad del Padre Eterno se pierde en las raíces de la comarca y de la teología, tal y como narra el investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, Isidro García Tato, doctor en teología y quien ha estudiado durante más una década esta celebración que vive desde niño.

García Tato es memoria viva  de la comarca y recuerda como, de niño, desde Viladequinta veía pasar a las personas en peregrinación hacia Lardeira, “incluso días antes”, destaca.

Señala el estudioso que la etnografía, la historia y la teología se dan la mano en esta celebración que pone en el centro al “Padre Eterno”, es decir, la Santísima Trinidad. Una festividad cuya imagen representa al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo y que data del siglo XVII. “El gesto que tienen las tres es de una profundidad teológica que llama la atención”, advierte García Tato quien puntea que el dios trinitario suele presentarse,  la tercera imagen, en forma de paloma, pero en este caso los tres son figuras humanas. “El gesto tiene una gran profundidad e identifica la esencia del dios cristiano. Se aparecen dialogando entre sí y que se comunica a los demás a través de la segunda persona, de Cristo”, añade el investigador.

Respecto a la celebración, detalla el estudioso que a mediados del siglo XVIII, en una visita del obispo de Astorga destaca que la capilla del Padre Eterno estaba en mal estado, lo que quiere decir que no estaba en la iglesia. “En el siglo XIX ya aparece dentro de la iglesia”, asevera.

En cuanto a la fiesta, el investigador asegura que la celebración comienza con la novena en la que se cantan los Gozos, estrofas que parecen datar del  siglo XVIII y condesa toda la teología trinitaria. “Lo he mirado con lupa y no hay una muestra de herejía a pesar de ser popular”, advierte mientras narra que la canta un coro de hombres y le contestan las mujeres. “Yo he visto a hombres que le caen las lágrimas escuchando cómo cantan”, matiza.

Otro de los hechos a destacar es que en la procesión, llena de fe, de esta advocación son las dos filas que se forman. “La que procesiona en una dirección y la otra en otra dirección y pasan por debajo de las andas. Pero esto no es único de aquí, se hace en más sitios”, señala.

Lo que sí es único de Lardeira es esta celebración llena de fervor hacia la Santísima Trinidad reflejada en el Padre Eterno que congrega, cada año, a millares de personas y que vuelve en 2022 después de haber estado dos años sin celebración por la pandemia.

Si quiere escuchar la entrevista completa, pinche aquí.

La esencia de la fiesta del Padre Eterno