
8 de noviembre de 2022, 10:31
El Concello da Rúa celebrará un pleno extraordinario a solicitud del BNG para debatir el «grave problema» vivido este verano en las piscinas municipales respecto a las fechas de apertura y abonos, en uno de los años más calurosos de las últimas décadas.
Los nacionalistas solicitaron esta sesión extraordinaria en el pleno municipal celebrado este lunes y que incluyó tres mociones, una conjunta del PSOE y BNG en defensa de la sanidad pública, otra del PSOE para solicitar la devolución de parte de los abonos de las piscinas a los usuarios y otra relacionada con la violencia de género.
En el turno de intervenciones, el grupo del PSdeG-PSOE recordó que esta moción no es nueva sino que «xa a trouxemos no mes de setembro pola xestión das piscinas municipais», siendo rechazada su urgencia. Los socialistas criticaron la mala gestión de las piscinas durante el verano.
«Foi un despropósito. Para nós, houbo falta de previsión do equipo de goberno para axilizar o proceso, o tempo nos deu a razón», sostuvo Fernández Gudiña, quien criticó que las piscinas cerraron las puertas el 31 de agosto pese a que el pliego contemplaba su apertura hasta el 18 de septimebre. El edil socialista acusó al gobierno local de haber adjudicado el funcionamiento de las piscinas a una empresa «malia ó informe desfavorable de secretaría e intervención» así como de haber «mentido» respecto al cobro del canon.
Los grupos mostraron su disposición a la posibilidad de devolver parte de los abonos a los usuarios al no haberse prestado el servicio habitual. Para Gudiña, «cobrouse o mesmo que outros anos por un servicio que non se deu».
María Albert (BNG) solicitó un pleno extraordinario "para debater o que pasou coas piscinas municipais e que foi realmente grave". Los nacionalistas acusan al regidor de haber mantenido abiertas las instalaciones tan solo mes y medio siendo los más perjudicados los usuarios del recinto "que pagaron por un bono de tres meses cunha tempada que durou exactamente a metade do que debería».
A este respecto, el alcalde, Álvaro Fernández, defendió el cierre a finales de agosto al igual que hicieron otros concellos como Manzaneda y Trives «por las inclemencias metereológicas». De hecho, recordó que unos días cerraron las de Vilamartín y O Barco. Para Álvarez, las piscinas municipales nunca estuvieron mejor y prueba de ello enumeró todos los arreglos que se llevaron a cabo. «No es la primera vez que se cierra antes», sostuvo Fernández, quien defendió el contrato menor, por la falta de tiempo.
Además de este punto, todos los grupos votaron a favor de la moción conjunta presentada por PSOE y BNG para apoyar una Iniciativa Legislativa Popular promovida por la plataforma en defensa de la Sanidad Pública, incluido el PP. El alcalde de A Rúa trasladó que «todo lo que sea apoyar a Sanidade, vamos a apoyar" pese a «no estar de acuerdo con algunos argumentos» del resto de grupos.
Aunque el punto más extenso tuvo que ver con la propuesta socialista que solicitaba la impugnación de la aprobación en pleno de los días festivos. El edil socialista advirtió de que la impugnación no tiene que ver con los días elegidos sino con la forma en que se aprobó. Para Gudiña, «non se pode recurrir continuamente a urxencia —para aprobar temas— para pervertir a súa finalidade, ninguneando o pleno e a corporación».
Por su parte, el alcalde zanjó la polémica tras asegurar que «no hubo usurpación de competencias de pleno» sino que la elección de los festivos por parte del alcalde aparece recogido en el reglamento de régimen local. De hecho, recordó que los festivos son los de siempre y están basados en la propuesta de los técnicos.
Los nacionalistas solicitaron esta sesión extraordinaria en el pleno municipal celebrado este lunes y que incluyó tres mociones, una conjunta del PSOE y BNG en defensa de la sanidad pública, otra del PSOE para solicitar la devolución de parte de los abonos de las piscinas a los usuarios y otra relacionada con la violencia de género.
En el turno de intervenciones, el grupo del PSdeG-PSOE recordó que esta moción no es nueva sino que «xa a trouxemos no mes de setembro pola xestión das piscinas municipais», siendo rechazada su urgencia. Los socialistas criticaron la mala gestión de las piscinas durante el verano.
«Foi un despropósito. Para nós, houbo falta de previsión do equipo de goberno para axilizar o proceso, o tempo nos deu a razón», sostuvo Fernández Gudiña, quien criticó que las piscinas cerraron las puertas el 31 de agosto pese a que el pliego contemplaba su apertura hasta el 18 de septimebre. El edil socialista acusó al gobierno local de haber adjudicado el funcionamiento de las piscinas a una empresa «malia ó informe desfavorable de secretaría e intervención» así como de haber «mentido» respecto al cobro del canon.
Los grupos mostraron su disposición a la posibilidad de devolver parte de los abonos a los usuarios al no haberse prestado el servicio habitual. Para Gudiña, «cobrouse o mesmo que outros anos por un servicio que non se deu».
María Albert (BNG) solicitó un pleno extraordinario "para debater o que pasou coas piscinas municipais e que foi realmente grave". Los nacionalistas acusan al regidor de haber mantenido abiertas las instalaciones tan solo mes y medio siendo los más perjudicados los usuarios del recinto "que pagaron por un bono de tres meses cunha tempada que durou exactamente a metade do que debería».
A este respecto, el alcalde, Álvaro Fernández, defendió el cierre a finales de agosto al igual que hicieron otros concellos como Manzaneda y Trives «por las inclemencias metereológicas». De hecho, recordó que unos días cerraron las de Vilamartín y O Barco. Para Álvarez, las piscinas municipales nunca estuvieron mejor y prueba de ello enumeró todos los arreglos que se llevaron a cabo. «No es la primera vez que se cierra antes», sostuvo Fernández, quien defendió el contrato menor, por la falta de tiempo.
Además de este punto, todos los grupos votaron a favor de la moción conjunta presentada por PSOE y BNG para apoyar una Iniciativa Legislativa Popular promovida por la plataforma en defensa de la Sanidad Pública, incluido el PP. El alcalde de A Rúa trasladó que «todo lo que sea apoyar a Sanidade, vamos a apoyar" pese a «no estar de acuerdo con algunos argumentos» del resto de grupos.
Aunque el punto más extenso tuvo que ver con la propuesta socialista que solicitaba la impugnación de la aprobación en pleno de los días festivos. El edil socialista advirtió de que la impugnación no tiene que ver con los días elegidos sino con la forma en que se aprobó. Para Gudiña, «non se pode recurrir continuamente a urxencia —para aprobar temas— para pervertir a súa finalidade, ninguneando o pleno e a corporación».
Por su parte, el alcalde zanjó la polémica tras asegurar que «no hubo usurpación de competencias de pleno» sino que la elección de los festivos por parte del alcalde aparece recogido en el reglamento de régimen local. De hecho, recordó que los festivos son los de siempre y están basados en la propuesta de los técnicos.