jueves. 18.04.2024
Couso

Se ha ido José Couso Sotelo, Pepe, como le llamaban todos. Era la memoria viva de A Rúa pero, sobre todo, una gran persona, amable, afable, entrañable y enamorada de su tierra. Sus rincones favoritos eran el lugar que le vio nacer y el Casino. «Soy el que más quiere a A Rúa Vella de todo el mundo», me decía hace sólo dos meses. De hecho, y aún cuando residía en otro extremo de la villa, se acercaba casi todos los días hasta el barrio que fue su cuna.

Todos conocían a Pepe Couso en A Rúa. Fue presidente del Casino y del Club de fútbol Rúa y trabajó durante 41 años en el Ayuntamiento, desde 1961 hasta el 2002. También fue constructor y tuvo talleres de mecánica, chapa y pintura de la Agencia Renault.

Saque de honor en el homenaje se le rindieron los veteranos del Rúa en 2016

Tuve la suerte de entrevistarlo el pasado mes de marzo. Se tomó mis preguntas con una emoción intensa que me conmovió. Amaba profundamente A Rúa. Me relató la historia del Casino poniendo el alma en todas y cada una de sus palabras. Para él, era el sello de identidad de la villa y parte de su felicidad durante muchos años. Hablaba con pasión de aquéllos bailes, carnavales, juegos y tertulias del Casino y de su empeño para que siguiese vivo.

Hablamos de su padre, Ramón Couso, que fue recaudador de impuestos para toda la zona de Valdeorras y también empleado del Ayuntamiento de A Rúa. «Entre los dos sumamos 80 años de ejercicio profesional al servicio de la administración local», me contaba orgulloso.

En el centro de la imagen, con su querido CD Rúa del que fue presidente muchas temporadas

Pepe Couso también adoraba el fútbol local. Fue uno de los fundadores del Club Deportivo Rúa pues, aunque no tuvo la idea de la creación, «sí fui yo quien lo profesionalizó desde el punto de vista administrativo», me contaba entusiasmado. Poniendo el acento en cada recuerdo, contaba de modo único cómo había ayudado a conseguir un campo de fútbol para A Rúa. «Nos costó hierro y harina», decía marcando la expresión. Y mostraba un cariño infinito por el homenaje que este año le brindó la Festa do Codillo, junto a otros directivos del club.

A Pepe Couso se le podía preguntar cualquier duda sobre A Rúa y su gente. Siempre tenía respuesta y anécdotas que contar. Conocía palmo a palmo la evolución de su pueblo. Hasta sabía recitar de memoria el nombre y apellidos la mayor parte de los habitantes la villa, una memoria privilegiada fruto, decía él, de su trabajo durante tantos años en el Ayuntamiento.

Con su periódico debajo del brazo, su mechero y su cigarro

Todas las mañanas se le podía ver con un periódico bajo el brazo por las calles de A Rúa con paradas intermitentes en su paseo para conversar con los vecinos. A Rúa echará de menos a Pepe Couso.

Susana Prieto

Adiós a Pepe Couso, la «memoria» de A Rúa