El mayor incendio de Galicia arrasa 18.000 hectáreas y afecta ya a todos los concellos de Valdeorras
Valdeorras arde de norte a sur y de este a oeste. Todos sus concellos han perdido parte de su territorio devorados por las llamas, después de que este lunes el fuego llegara a Carballeda de Valdeorras, A Veiga y O Bolo, en un incendio que ha cruzado también a Quiroga, amenazando la sierra do Courel y extiende el peligro hasta la provincia de León.
Solo en Galicia ha arrasado 18.000 hectáreas, una cifra devastadora si se tiene en cuenta que la comarca entera de Valdeorras suma 96.890 hectáreas de extensión.
Un incendio devastador que comenzó el pasado miércoles en Larouco, con apenas 400 hectáreas afectadas según el primer parte oficial, y que en tan solo cinco días ha multiplicado por 45 el terreno calcinado. Hoy se extiende como una mancha negra por Valdeorras, quemando miles de hectáreas de bosques, viñas y montes y casas.
Pero no es el único gran fuego que asfixia a Ourense. Siguen activos el de Chandrexa de Queixa y Vilariño de Conso, que unidos arrasan ya 17.500 hectáreas y alcanzan a municipios como Manzaneda, Montederramo, Trives, O Bolo y Laza; Maceda, con 3.500 hectáreas calcinadas que se extienden a Vilar de Barrio; Oímbra y Xinzo de Limia, con un frente de 15.000 hectáreas que afecta también a Monterrei, Cualedro, Verín, Laza, Trasmiras, Castrelo do Val y Baltar; A Mezquita – A Esculqueira, con 10.000 hectáreas ardidas y un frente que se ha adentrado en Zamora, además de afectar a A Gudiña y Viana do Bolo; Vilardevós, con varios focos: Vilar de Cervos (900 ha), Moialde (500 ha) y Fumaces e A Trepa (100 ha) y Carballeda de Avia y Beade, con 3.500 hectáreas arrasadas en un fuego que alcanza también Avión, Melón, Leiro y Ribadavia.
En total, ocho incendios forestales que permanecen activos en Ourense y que han quemado 68.000 hectáreas y han golpeado a más de 30 concellos de la provincia.
La magnitud de los incendios es tal, que en las labores de extinción trabajan centenares de efectivos, entre técnicos, brigadas, motobombas, helicópteros y aviones, además de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y medios desplazados desde Portugal.
Sin embargo, no son suficientes para frenar la voracidad de esta ola de fuego. Ourense lleva diez días consecutivos ardiendo, desde que el primer incendio se declaró el viernes 8 de agosto en Chandrexa de Queixa.
El panorama en Galicia tampoco da tregua. A los incendios ourensanos se suman otros en Lugo, A Coruña y Pontevedra, que elevan a más de 80.000 hectáreas la superficie total arrasada por las llamas en la comunidad. Una cifra que dibuja la peor ola de incendios en décadas y que mantiene en vilo a todo el territorio.