
Montse y José, su familia de acogida, se la han devuelto a su dueño apenas una hora después de leer en Somoscomarca que desapareció
Hace 13 días Pepi se escapó por la ventana de su casa. Quería conocer mundo pero su viaje fue corto. A las pocas horas el hermano de Montse la encontró en la carretera de Rubiá. La agaporni estaba junto a la rueda de su coche donde un gato seducido por sus colores y con muy malas intenciones le acechaba. Esta historia podía haber tenido un trágico final si no fuera porque este buen hombre se acordó de su cuñado, José, al que le encantan las aves.
No dudo en recogerla, pensando que se trataba de un periquito y que tenía un ala rota. Acto seguido la trasladó al que durante las últimas semanas ha sido su nuevo hogar, la casa de José. Este tiene una jaula bastante amplia donde habitan varios pájaros y allí se instaló Pepi.
Volar, volaba, pero no comía. Monste y José se preocuparon por su salud y fue entonces cuando este decidió darle un poco de cariño. En cuanto la puso en su hombro, Pepi se "echaba" a su boca. ¿Por qué? Pues porque su dueño, Javi, la tiene así de bien acostumbrada.
Tan solo ha pasado 13 días en su casa pero Montse y José se han quedado enamorados de Pepi. Tanto es así que se emocionan cuando recuerdan su historia. Pero ayer, en cuanto vieron la noticia en somoscomarca.es se dieron cuenta de que era esta pájara a quien buscaban y enseguida se la llevaron a Javi, que se encontraba en su puesto de trabajo.
Una historia con final feliz y que esperemos que haya enseñado a Pepi a no volver a "tirarse" por la venta.