miércoles. 25.06.2025
Vilamartín

Minerales de pasión

Vilamartín esconde, tras un castillo, una verdadera joya. La cual ha sido hecha con trabajo, mucha pasión y una gran dedicación que han erigido un verdadero museo dedicado a los minerales. Esta joya es la vida, y es que se ha construido a lo largo de una, de la de José Fernández, un experto autodidacta, en el mundo de los minerales.

Fernández ha construido un inmueble solo para la exposición de los más de 3.000 minerales expuestos de los más de 5.000 que tiene en su haber. “Ninguno lo he comprado”, destaca el villamartinés quien todos los fines de semana recibe visitas de grupos de personas que quieren conocer esa joya geológica. Sus piezas salen de sus investigaciones, de sus recorridos y también del intercambio con algunos colegas del gremio. Y es que aunque autodidacta, José Fernández ha publicado sus investigaciones y se ha codeado con investigadores, académicos y catedráticos de esta área.

El recorrido que deslumbra comienza ya en la puerta del edificio, donde Fernández sorprende a propios y extraños con una buena colección de bonsáis que adornan la fachada. Laurel o roble, son solo algunas de las piezas que se encuentran. Ya en el interior, el visitante descubre que este vecino sufre un amor incondicional por Valdeorras. En sus paredes se puede ver una colección de martillos utilizados en diferentes oficios, algunos con más de dos siglos. Así, se puede conocer un poco más de cómo trabajaba un hojalatero, un molinero o un picapedrero.

Con orgullo relata Fernández que los últimos cuatro años también los ha dedicado a las rocas, donde asegura que es un neófito. Ha sido de la mano del comisario de la Confederación Hidrográfico del Miño Sil, Juan Carlos Novoa, como Fernández ha comenzado a recoger una muestra de todas las piedras de Galicia. “Hemos encontrado en Galicia más de 60 rocas diferentes”, señaló. Algunas resultan verdaderamente curiosas a la vista, como es la popularmente llamada “Pisadas de las pitas”. En realidad, cristales de andalucita recubiertos con micas, pero que si se ruedan en los ríos quedan los cristales a la vista. “Parecen cuarzo pero son silicatos de aluminio”.

Pero la colección cuenta con verdaderas joyas para cualquier experto. Como piedras procedentes de Ortigueira y venidas desde el mismísimo centro de la Tierra, haciendo el viaje inverso de Julio Verne. “Por fricción entre las placas tectónicas  se coló el magma y subió hacia arriba, un hecho que solo ha ocurrido en Ortigueira, son piedra giritas. Vienen geólogos de todo el mundo. Subieron de 70 u 80 kilómetros de profundidad”, destaca Fernández quien mima sus rocas, todas las cuales están etiquetadas.

Otras vitrinas son los minerales más destacados de cada comunidad autónoma. Fluoritas de Asturias o Aragonitos de Cuenca. Valdeorras se representa por municipios con piedras de las minas de Penotua, A Veiga, Larouco, Manzaneda, Trives, petín, A Rúa, O Bolo….son algunas de las piezas destacadas. También la historia de los sulfatos y azufres de la comarca.

El segundo piso es la exposición en sí. Fernández recuerda una muestra trashumante de la Fundación Iberdrola, de la que él era comisario cuando ésta llegaba a Galicia. La muestra comienza en la prehistoria,con los primeros bifaces, hasta los primeros materiales. Recoge las piezas de los distintos expertos de la prehistoria y su uso del oro, cobre, bronce. También se recoge la escala de dureza de Mohs o las formas de cristalización de los minerales así como sus formas de exfoliación.

Fernández explicó que comenzó con este hobby siendo pequeño. “No sé la razón, nunca vi a nadie coleccionar minerales y yo lo hacía. Con 8 años tenía una caja de zapatos Gorila, donde tenía las piedras, y ya me mandaban llevarlas a la escuela para enseñárselas a otros niños”, explica Fernández quien sustituyó su falta de formación con la lectura de libros. "Compré uno de más de 2.000 pesetas, el mejor de la librería pero no entendía nada. Volví a la librería y lo cambié por uno más elemental y poco a poco fui ascendiendo", señala.

El experto señaló que Valdeorras es muy rica en minerales, aunque los que más se dan son de hierro. “No son minerales llamativos. Sin embargo los cuarzos o las piritas sí que llaman más la atención. Estas últimas son del color del oro y se llama el oro de los tontos, muchos la encontraban e iban a venderla”, narró aunque destacó que algunos son más interesantes como el cuarzo prismático “parecen un cristal de una ventana o las piritas cristalizadas en cubos. Aquí tenemos maravillas muy bonitas e interesantes”, concluyó este amante de los minerales, de los que ha hecho su vida.

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