viernes. 29.03.2024
NADAL 2017

Un año de parches y accidentes en la N-120

Salidas de vía, accidentes de tráfico con víctimas mortales, vuelco de vehículos pesados, colisiones provocadas por la pérdida de control en la conducción, y un suma y sigue. Termina el 2017 y este es el balance que nos deja, un año más, la Nacional 120 a su paso por la comarca de Valdeorras. Y podemos decirlo con hechos, además de con palabras.

A lo largo de tantos años de accidentes sucedidos, la N-120 acumula una relación de puntos negros a tener en cuenta.

Atrás queda aquel vuelco de dos vehículos, a principios de año, que a la altura de A Rúa el primero y al trazar la curva a la altura de Rubiá el segundo, se salían de la vía debido a la combinación peligrosa de lluvia y pavimento deficiente. Atrás queda también, aquel choque de vehículos en medio de un túnel de este último término municipal, que se saldaba con dos heridos leves y largas colas de retención. O el choque de otro vehículo contra la ladera de la montaña tras otra salida de vía a la altura del pueblo de Biobra, con el resultado de una persona herida. La falta de visibilidad y las condiciones climáticas adversas jugaban un papel importante en ambos casos, además de un firme lleno de baches, grietas, irregularidades y hundimientos que ponen cada día a prueba la conducción del más experto.

Pero 2017 también ha sido el año de las reacciones ante lo evidente. No se hicieron esperar los intentos, por parte de todos los grupos políticos locales, y entes regionales, de que el Ministerio de Fomento centre su atención en acondicionar esta carretera. Y es que razones no faltan, tres parecen las más importantes:

Porque se trata de la única entrada y salida de la comarca de Valdeorras y no podemos ofrecer a los visitantes una única opción en condiciones pésimas que pueden provocar, y de hecho provocan, accidentes. Porque, además, por la N-120 circula buena parte del tráfico de entrada y salida a Galicia, desde Castilla y León. Y porque el tramo desde A Rúa a O Barco, es utilizado a lo largo del día por buena parte de los valdeorreses que se desplazan desde otros municipios de la comarca para trabajar.

La realidad es que las mejoras realizadas en esta calzada han llegado solo en forma de bacheo, algo que viene sucediendo durante los últimos 20 años. Así, los cortes de carril, desvíos y retenciones, han llenado páginas y páginas en las noticias, colapsando la carretera y haciendo perder la paciencia a los sufridos conductores que cada día han de utilizar esta vía.

Lo cierto es que a los valdeorreses nos cuesta cada vez más coger el coche para desplazarnos a la capital ourensana, y parece que la carretera que hemos de utilizar, por su dificultad, es la causa principal. La distancia con la vecina comarca berciana, siempre ha hecho más proclives a los de Valdeorras a viajar hasta Ponferrada, pero incluso esta opción se ha convertido en incómoda tras tantos años soportando una difícil conducción por un pavimento en mal estado.

Deseemos pues, para 2018, un arreglo definitivo exento de parches, que nos haga más llevadera la espera de la tan prometida y ansiada A-76.

Un año de parches y accidentes en la N-120