Profundiza en la historia de las máscaras y figuras más ancestrales como el «charrelo», el «boi» y «a morte»
A Veiga impulsa y recobra su Entroido más primitivo y ancestral. El salón de actos de O Toural sirvió para presentar un estudio elaborado por la Universidad de Vigo en el que los testimonios de los vecinos del municipio ha sido una pieza fundamental para inmortalizar la tradición. El trabajo, redactado por Fátima Braña, Carlos Ares, Víctor Rodríguez y Lois Pardo, fue solicitado por el alcalde, Juan Anta, a petición de Manuela González, presidenta de la Asociación Son de Trevinca, Fulión de A Veiga.
Fátima Braña, Carlos Ares, Juan Anta y Manuela Gómez, durante la presentación
La presentación se realizó de forma muy especial. Antes de comenzar, hicieron acto de presencia el Folión de A Veiga, los «charrelos», el «boi» y «a morte», tres figuras típicas del Entroido de A Veiga.
El alcalde, Juan Anta, dijo que el trabajo fue dirigido magistralmente. Citó a Manolo, «charrelo» que ha ayudado a preservar la máscara — que durante el acto se mostró muy emocionado—, ya Brais por su trabajo a favor de la modernización del mismo. «Hai poucas cousas na montaña de Ourense que unan mais que o Entroido. «Niguén a partires de agora pódenos discutir nin o que somos nin de onde vimos», señaló, en alusión al estudio que certifica así la recuperación de la memoria histórica y cultural del Entroido en A Veiga.
Fátima Braña fue la persona que explicó cómo se desarrolló el estudio. Así, citó que en la investigación se realizaron 25 entrevistas a personas, con edades de entre 30 y 94 años, de 19 localidades diferentes. «Foi realmente enriquecedor, hai unha riqueza espectacular en manifestacións, vocabulario, en músicas e coplas», detalló.
Por su parte, Carlos Ares, profundizó en las distintas figuras y actores que conforman la gran «obra teatral» el Entroido en A Veiga. La primera, el «charrelo», que nació en Baños, aún cuando también hay alguna manifestación en San Lorenzo. La máscara se remonta al siglo pasado. Desapareció en los años 60, hizo un amago de regresar en los 90 y fue recuperada, definitivamente, en 2014.
Ares dio a conocer la evolución estática y dinámica del «charrelo» de su forma de vestir y de ser, si bien conserva su esencia. Relató que la máscara podría tener relación con el término «charrú», empleado en pueblos de Zamora, pues había una máscara de invierno en Porto con dicho nombre si bien la influencia del término podría ser a la inversa.
El «charrelo» era oficiado «por mozos, había que correr moito, pero se encargaba do vestido a nai. Formaban parte de la comitiva de folión», relató. Además, portaba careta de cartón —con el tiempo de madera—, cintas de papel de colores y camisa de lino tejida por las mujeres aldea, además de mantilla, ropa clara y cinturón de esquilas. «O charrelo se viste co que ten na casa. É a máxima autoridade e ten carácter fustigador. Era burlado polas mozas, manifestando unha relación entre homes e mulleres que se da tamén nos lardeiros», contó.
En cuanto al «boi», expresó que «A Veiga é o paraíso do boi», por su carácter agrario. Esta figura representa la tierra, sembrar para obtener el fruto y la transgresión del Entroido. Pero también simboliza el encuentro de hombres y mujeres: «Os homes se convirten en bestas en van detrás das mulleres»; riqueza para las familias y la relación con los astros. «O boi está vinculado co sol e a chegada da primaveira».
También explicó las figura de los Mecos, que representan la fiesta y el ciclo del Entroido, que a su vez entraña la celebración del fuego. «Quemar o lardeiro supón o cambio de ciclo, morre a festa e chega a abstinencia, a cuaresma. O fuego é o elemento purificador», apostilló.
«A morte» es otra parte esencial del Entroido de A Veiga. Ares citó las tradiciones en torno a esta figura en Valdín y Prada. «A morte salía en Valdín con armazón de palla, guadaña. É a morte da festa, a morte móvese».
Asimismo, citó al «home de Prada», toda una referencia a la dualidad «o meco e o ser animado». Se trata de un hombre con careta de cartón y madera; con ojos y boca muy remarcados; pelo y barba de rabo de vacuno, cuerpo relleno de paja y en un pelo pluma de gallo que compraban los jóvenes del pueblo. «Era colocado nun pao e metían por un buraco na iglesia».
Finalmente, citó otras representaciones del Entroido importantes como «príncipes e princesas, reis e raíñas». Citó los de Edreira, señoritas y señoritos que recitaban versos y mantenían disputas verbales, y los de Ponte, que iban subidos en una burra con collares , muy elegantes y con mucho colorido en la indumentaria. Eran escogidos a votación por los vecinos. En Vilanova, el señorito y señorita iban en un carro, el hombre vestido de mujer y a la inversa. « Son tres manifestacións da riqueza deste Entroido», concluyó.
Por su parte, Manuela González, presidenta de la Asociación Son de Trevinca, Fulión de A Veiga, agradeció el estudio realizado sobre el Entroido. «Agora sí queda reflejado o que deixaron os nosos antepasados, a nosa historia», dijo.
Si quieres escuchar la parte final de la presentación, donde Juan Anta agradece la participación de los vecinos de los pueblos de su municipio, Haz click en el siguiente enlace:
Texto: Susana Prieto
Fotografía: Sonia Rodríguez