Una ruta muy técnica de alta dificultad y, a diferencia de otras ocasiones sólo apta para federados
El 15 de Junio, el club Peña Trevinca realizó una nueva salida, en este caso, al Catoute, el pico más elevado de la vecina comarca del Bierzo.
Diecisiete miembros del club, dirigidos por Carlos Asensio, realizaron un trayecto de 21 km. El punto de partida se situó a los 1.067 metros, alcanzando los 2.130 metros, 1.240 metros de desnivel tanto en la subida como en la bajada.
Siguiendo el plan de Asensio, partieron del aparcamiento de Colinas del Campo de Martín Moro Toledano — declarado Conjunto Histórico-Artístico—, pasando por su antiquísimo puente sobre el río Boeza. A primera hora la niebla les acompañó y a medida que fue avanzando la mañana se fue diluyendo dando paso al sol. Un día muy agradable en el que el sol no calentó como debiera hacerlo, dado la época del año en la que estamos.
Recorrieron senderos sobre la crestería (cordal) abrupta de estas altas montañas con grandes rocas y peligrosos desniveles. Alcanzaron las cumbres más emblemáticas situadas a más de 2000 metros, lo que les permitió disfrutar de unas vistas panorámicas impresionantes. Cumbres como Peña de Valdeiglesias, Pico de Braña o las afamadas Ubiñas desfilaron ante sus ojos.
La laguna de la Robeza o Rebeza y la lejana Central térmica de Anllares, fueron otros de los lugares que descubrieron en su caminata. El calor apretó y nada mejor que beber agua saludable de los manantiales y fuentes de la altas montañas, lo cual se agradecieron los «trevincos».
Alcanzada la cumbre del Catoute, contemplaron una de las mejores vistas de toda la comarca, divisando entre otros el pico del Cornón, en el cercano Parque Natural de Somiedo; el Peña Ubiña, el más elevado de la comarca de Babia; Las Médulas; y los valles que se dirigen a las poblaciones de Colinas del Campo y a Salentinos.
El descenso se realizó por un angosto sendero que les llevó al extenso Campo de Santiago donde se encuentran grandes pastos. Los integrantes de la expedición pudieron caminar entre ganado vacuno. La majada Mazaruel, vaquería y ermita de Santiago fueron alguno de los lugares visitados.
Pequeños bosques de roble y avellanos, puentes artesanales de madera sobre el río Boeza y sobre todo paisajes donde esparcir la vista, formaron parte de su recorrido.