Tiendas Beds ha aplicado todos los protocolos de seguridad para transmitir seguridad y confianza a sus clientes
Han sido meses de incertidumbre para todos los comerciantes. El Estado de Alarma que llegó el pasado 14 de marzo obligó a los comercios a cerrar, aunque algunas ya lo habían hecho con anterioridad. Es el caso de Tiendas Beds que ya había decidido no subir la verja un día antes. «Lo hicimos de forma voluntaria, porque ya se había hablado de esta posibilidad. Por garantía de nuestros trabajadores y clientes, decidimos hacerlo», explica su gerente, Patricia López.
Durante casi dos meses la tienda estuvo totalmente cerrada. Un tiempo que se tradujo en incertidumbre y angustia. «No sabíamos si se podría abrir en un futuro cercano». Fue el 11 de mayo cuando por fin llegó el momento de volver al comercio, aunque con miedo. Una sensación que se notaba sobre todo en los clientes. «Las primeras semanas se notaba. Pero ya van recuperando la confianza y se nota que cambia el clima».
En Beds se prepararon a fondo para que su regreso fuera seguro. En primer lugar, desde la franquicia les enviaron una empresa que se encargó de desinfectar por completo la tienda. Además, adaptaron todos los protocolos de seguridad, como el uso obligatorio de mascarillas y del gel hidroalcohólico antes de entrar al local.
Pero además, cada vez que sale un cliente todo lo que este haya podido tocar, se desinfecta. «Tenemos un spray para los productos textiles y también se limpian los pomos, el lugar de trabajo... todo». Y cuando se cierra, tanto al medio día como por la noche, la máquina de ozono se encarga del resto.
Su objetivo, que no haya riego de contagio para los trabajadores y todos sus clientes.
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