Lo primero que se encuentran los clientes cuando acceden al nuevo comercio que García Marcos ha abierto en O Barco son dos puentes y la torre del homenaje de Viana do Bolo. Y es que esa es la filosofía que las hermanas Paqui y Meli han querido dar a su nuevo comercio, un puente a través del que la gastronomía de ambas localidades permanezca unida.
Con mucho cariño, mimo y el aprendizaje de aquello que transmiten los padres, la empresa de embutidos García Marcos ha abierto en la Avenida Conde de Fenosa, 48 este comercio donde encontrar sus manufacturados pero también todos aquellos productos de calidad que elaboran empresas pequeñas y familiares como ellos.
Fue en el año 82 cuando el matrimonio formado por Paqui y Santi abría una carnicería en Viana do Bolo. Dos cerdos y una ternera fueron los primeros productos que pudieron ofrecer pero su buen hacer y las horas de dedicación les llevaron, en 1990, a poner en marcha una fábrica de embutidos donde las androllas y botelos han sido marca de calidad de la casa.
Un saber hacer que han heredado sus hijas quienes tienen siempre presente la memoria de su padre y se apoyan en su madre para seguir con este legado familiar que, como ocurre con las empresas de este ámbito, se convierten en mucho más que una forma de ganarse la vida, son la propia vida. Su padre está tan presente en todo momento que en 2020 abrieron El rincón de Santi, un comercio que ahora tiene su réplica en O Barco.
Entre sus estanterías, cámaras y mostradores ordenados con mimo, se encuentran sus productos donde Paqui es la experta. “Profesionalidad, cariño, dedicación, esfuerzo” asegura que son los ingredientes que nunca pueden faltar. Su producto estrella, la androlla se muestra junto al botelo “porque Viana y O Barco siempre están ligados”, pero también el resto de embutidos que elaboran donde el solomillo embuchado supone una apuesta diferente y que levanta pasiones para quien lo prueba.
“Tenemos nuestro producto, nuestro embutido y salazón pero lo queremos completar con producto más especial, más exclusivo”, asegura Meli quien señala que ha sido una tarea de meses contactar con los proveedores que deseaban para su tienda. Más cuando la tienda de Viana cuenta con firmas que estaban asentadas en O Barco en otros comercios.
“Tenemos mucha ilusión con este proyecto porque nuestra madre es de O Barco y sabemos que a mi padre le hubiera gustado tener aquí un punto de venta propio. Es en su honor”, aseguran las hermanas mientras señalan los quesos zamoranos y gallegos de la tienda, vinos, mermeladas (la que toma la reina Letizia), panettones o anchoas entre otros muchas delicatessen que convierten a la tienda en un lugar para deleitarse en el festival de los sentidos.
Una apuesta diferente en O Barco para deleitar a vecinos y visitantes con productos de excelente calidad, hecho con mimo e ilusión tratando de seguir un legado familiar.