San Xoán de Río presume de récord de médicos y de uno de los mejores murales del mundo
En San Xoán de Río, un concello ourensano de apenas 500 habitantes, las cifras y las historias parecen multiplicar su valor. Su alcalde, Xosé Miguel Pérez, acaba de desvelar un dato que podría llevar al municipio a figurar en el libro Guinness: 59 médicos con origen en esta tierra, muchos descendientes de familias que acumulan hasta cinco generaciones dedicadas a la medicina.
La revelación se produjo durante el I Festival da Lonxevidade, celebrado en la localidad, un encuentro que atrajo a expertos y visitantes de toda España e Italia, incluidos miembros del equipo que certifica las zonas azules —los lugares del mundo con mayor esperanza de vida—. En ese contexto, el presidente del Parlamento gallego, Miguel Santalices, invitó personalmente a todos esos médicos a una visita institucional a la cámara autonómica, un gesto que el regidor califica de «muy especial» y que servirá para reconocer su trayectoria colectiva.
Un mural que pone en el mapa a Castiñeiro
A esta primicia se suma otro motivo de orgullo: el premio Best of July de Street Art Cities para el mural que Mon Devane pintó en la aldea de Castiñeiro. La obra, de estilo monocromático y fotorrealista, retrata a Juan Pérez, afilador de 89 años, con una piedra de afilar en forma de armónica. Un homenaje a un oficio profundamente ligado a Galicia y a toda una generación que tuvo que emigrar en busca de un futuro mejor.
El galardón, uno de los más prestigiosos del arte urbano internacional, se decidió entre más de 2.600 murales de 2.000 ciudades. Castiñeiro, con solo una docena de vecinos, superó a propuestas de Reino Unido y Países Bajos, segundo y tercer clasificado. «Es increíble que un lugar tan pequeño aparezca en el mapa mundial del arte urbano», comenta Pérez, recordando que la idea inicial del mural era otra, pero el artista la cambió tras conocer la historia de Juan.
De momento ha sido elegido el mejor del mes de julio y ahora, habrá que esperar unos meses para saber si también es elegido el mejor de año.
Para el alcalde, estos dos hitos —la sorprendente densidad de médicos y el reconocimiento a un mural local— son ejemplos de cómo un pequeño concello rural puede proyectarse internacionalmente si sabe poner en valor su identidad: «Tenemos que buscar lo que nos hace diferentes y potenciarlo. Ahí está la clave».
San Xoán de Río parece haber encontrado su fórmula: combinar orgullo por sus raíces con una visión abierta al mundo, capaz de atraer tanto a expertos en longevidad como a amantes del arte urbano.
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