En medio del caos surgen iniciativas reseñables. En Quereño —Rubiá— han sido días muy complicados. El fuego les ha rodeado y, como ocurrió por desgracia en otros puntos de Valdeorras, en algunos momentos llegó a amenazar sus viviendas. Momentos de mucho nerviosismo, de pensar que podrían perder toda su vida y todos sus recuerdos. También momentos de unirse y apoyarse unos a otros. Todos pusieron su granito de arena para salir con mangueras, cubos, garrafas... lo que fuera con tal de evitar que las llamas alcanzasen su pueblo.
Cada uno ha ayudado como ha podido y Rufina ha decidido aportar su granito de arena entreteniendo a los más pequeños del pueblo. Ellos también han sufrido estas jornadas. Veían como sus padres, abuelos y familiares estaban tensos y asustados, una situación contagiosa.
Es por ello que Rufina de forma altruista y totalmente improvisada ha decidido entretener a los pequeños en el bajo de su casa, evitando que vivieran esos momentos de angustia y permitiendo que esos padres pudieran seguir ayudando en la extinción del incendio. Allí estaban ya a primera hora de la mañana del jueves 3 de los 6 niños que, además de pasar tiempo juntos, han desarrollado su imaginación.
Y es que las jornadas han transcurrido cogiendo piedras y otros elementos que encontraban un alcance para crear manualidades. «Tenemos maderas, ostras, palos, piedras... todo reciclado. Esto les gusta, las entretiene y así no están con la tensión».
Rufina es natural de Quereño aunque reside en A Coruña. Hace unos días volvía a casa para ver cómo iban las obras de la calle donde su encuentra su casa, que está siendo reformada. Sin embargo, lo que parecían unas vacaciones, se convirtieron por momentos en un infierno. «Estamos rodeados del fuego». Por suerte, todo quedó en un susto.
