
La mañana del 6 de enero en As Ermitas se llenó de vida, recuerdos y emoción. Tras más de 40 años en el olvido, la representación de la llegada de los Reyes Magos volvió a tomar forma en el atrio del Santuario, uniendo a todos los vecinos de O Bolo y a visitantes de la comarca en una celebración cargada de significado.
Antonio Rey, conocido cariñosamente como Totó, que no ha podido asistir por estar pasando estas fechas navideñas con su familia, aseguró emocionado en la entrevista a Radio Valdeorras Onda Cero: «Es un sueño hecho realidad». Declaró con la voz quebrada que de niño participó en esta escenificación en la que solía hacer de secretario del temido Herodes. Su padre, Antonio Rey Gómez, interpretó durante muchos años al propio Herodes, y ahora Antonio se siente profundamente orgulloso de haber contribuido a mantener viva la memoria de esta tradición.
Otras de las personas que también participaron en la representación y estuvieron presentes en el acto fueron José Vega, actual guía custodio del santuario, que hizo los papeles de Melchor y herodes, Lolo que hizo de Baltasar y Ermitas que fue el ángel que anunciaba el nacimiento de Jesús.

José Vega contaba antes de comenzar la representación que «es una tradición muy antigua que viene de muy atrás». Recuerda Pepe su entrada en el seminario en el mes de septiembre, cuando tenía tan solo siete años y el 5 de diciembre «ya me fichan para hacer de Rey Gaspar. Me dan el texto a las cinco y media para comenzar la representación a las siete y lo aprendí rapidísimo». Desde entonces y hasta que se dejó de hacer la representación, hizo el papel de Melchor y también de Rey Herodes. «La gente venía por verme, me metía mucho en el papel. Me enfadaba mucho con los Reyes», rememora.
Ermitas señaló resultaba muy emocionante la vuelta a la representación teatral. «Boto de menos os cabalos adornados nos que viñan os Reyes e que había moita xente. Era todo moi bonito e moi emocionante».

Además, la que hace 40 años hacía de angelito hizo un llamamiento a la participación en las actividades que se están recuperando en As Ermitas: A Estoupa do Xudas, Semana Santa y la Navidad. «Teño tristeza porque a xente non participa. Hay que ir a misa pero tamén tomar parte nos actos que representan a Navidad e Semana Santa».
La representación comenzó puntualmente a las 12:00 del mediodía. El Castillo de Herodes y el Portal de Belén fueron el centro de atención, cobrando vida gracias a la interpretación de la compañía teatral Platea Lúa. Aunque esta vez los papeles no fueron interpretados por los vecinos, sino por actores profesionales, la escenificación logró capturar la esencia de aquellas antiguas celebraciones que Antonio recordaba con tanto cariño. «Espero que esto inspire a las nuevas generaciones y que pronto volvamos a verlo protagonizado por los vecinos, como era al principio», expresó Totó.

El evento congregó a personas de todas las edades. Niños y mayores compartieron la magia del momento, reviviendo la unión que caracterizó esta tradición durante décadas. Antonio recordó cómo, en sus tiempos de niñez, los disfraces se confeccionaban con colchas, sábanas y coronas de cartón pintado. «Era algo muy humilde, pero también muy nuestro», rememoró mientras saludaba a antiguos conocidos que habían venido a ser parte de la celebración.

El apoyo del Concello de O Bolo fue clave para la organización del evento, así como la colaboración de los vecinos, quienes aportaron historias, anécdotas y objetos antiguos para darle autenticidad a la escenografía.

Para muchos, la jornada fue más que una representación teatral: fue un homenaje a aquellos que mantuvieron viva esta tradición en el pasado, como don Jesús, el antiguo párroco, y figuras como Jesús Fernández y Jacinto Álvarez, cuyos nombres volvieron a resonar en los recuerdos compartidos.

A medida que avanzaba la representación, la nostalgia se entremezclaba con la esperanza. El público, emocionado, aplaudió con entusiasmo cada escena. Al concluir su intervención en el programa de Onda Cero Valdeorras, Antonio compartió un mensaje que encapsuló el espíritu del día: "Hemos recuperado más que una tradición; hemos recuperado nuestra historia y nuestra identidad. Que nunca más volvamos a perderla".

El 6 de enero de 2025 quedó grabado en la memoria de todos los asistentes como el día en que As Ermitas volvió a ser el escenario de una tradición única, gracias al esfuerzo conjunto de una comunidad que se niega a dejar en el pasado su legado. Y allí mismo se adquirió el compromiso de repetir el acto pero esta vez con la gente que hace 40 años lo protagonizaba.
