As Ermitas, 400 años de historia
En la jornada de conferencias celebrada en el Santuario de As Ermitas para poner en valor sus 400 años de historia, no faltó un emotivo homenaje al historiador Antonio Castro Voces porque «Antonio era As Ermitas». José Fernández, presidente de la sección de Arqueología del Instituto de Estudios Valdeorreses y amigo personal del homenajeado fue la persona elegida para hacerle este reconocimiento.
Otra persona que recibió tributo por la difusión y entrega al Santuario fue José Vega. Recibió con sorpresa, de manos del vicario de la Diócesis de Astorga, José Manuel Carrasco, el título concedido por el vicario general de la Diócesis Francisco Javier Gay, que lo reconoce y autoriza como guía y custodio en el Santuario de As Ermitas, «con el deseo de que continúe promoviendo el cuidado y la devoción a Nuestra Señora de las Ermitas en comunión con los párrocos».
En el acto estuvieron presentes el director de Turismo de Galicia, Xosé Merelles; el delegado territorial de la Xunta en Ourense, Manuel Pardo; la delegada especial de la Deputación de Ourense, María del Carmen González; el alcalde de O Bolo, Alberto Vázquez; y el vicario de la Pastoral, José Manuel Carrasco. Además de representantes de la política, deporte y de la diócesis, entre ellos la gerente del Inorde, Enma Fernández; los alcaldes de Manzaneda, Larouco y representantes de los demás concellos de Valdeorras.
Miguel Ángel González, archivero de la diócesis de Astorga, fue el encargado de inaugurar estas jornadas con la ponencia bajo el título: «Las Ermitas un santuario en tierras del Bibei: un acercamiento a su historia, arte y religiosidad». El vídeo de la conversación mantenida con él tras la charla lo encontrarás aquí.
El teólogo, historiador e investigador del CSIC, Isidro García Tato, fue el siguiente en tomar la palabra en su conferencia «Aproximación a la historia del Santuario de Nuestra Señora de As Ermitas. Baluarte de la fe, centro de cultura y meta de peregrinación». Hizo un repaso minucioso a la par que reivindicativo siguiendo el hilo conductor de la historia. También tuvo palabra para su amigo y homenajeado en el acto Castro Voces: «Estou convencido que a Nosa Señora das Ermiras que sempre levabas na túa cabeza, será a túa millor e incondicional valedora».
Beatriz Ermida y Tomás Valente, arquitectos del Plan director del santuario y responsables de las obras de rehabilitación que se están llevando a cabo, explicaron el porqué de estas, en qué punto se hallan y el proceso de ejecución.
Por último, homenaje póstumo al historiador Antonio Castro Voces, autor de libros como «El Santuario de As Ermitas; estudio histórico-religioso y educativo 1624-1990 (IEV 1999). Fue el momento más emotivo. El presidente de la sección de Arqueoloxía del Instituto de Estudios Valdeorreses y amigo del homenajeado, José Fernández; señaló la mente privilegiada de Antonio y que a pesar de estar lleno de dificultades por el accidente que sufrió en su juventud estaba lleno de ilusiones señalando que «Antonio era As Ermitas».
En su intervención puso el acento en la magia que tiene el lugar «é un sitio especial», sus experiencias desde niño en él, lo que le sirvió para enlazar con la figura de Antonio y sus vivencias a su lado —estuvieron 16 años codo a codo trabajando en el IEV—. Dijo del homenajeado que «As Ermitas eran o ceo para el», señalando que «a súa fe na virxe fíxolle crer que lle axudaba e o protexía».
No faltó la alusión de la familia, sobre todo a su cuñado Alfredo que si bien todos miraban por Antonio él era el que lo cuidaba con más atención y esmero. «De pouco vale ter moitas ideas e un cerebro totalmente fóra de serie con moitos proxectos ata a última hora da vida, pero para levalos a cabo había que ter pernas e as pernas era a familia del». «Lembro a Alfredo, en todas as horas e os momentos que tivemos xuntos que estaba con el, e os sobriños, pero Alfredo estaba con el», recalcou.
El momento más especial fue cuando Pepe das Pedras, José Fernández, dijo: «Eu desde neno, moitas veces de noite, cando estou na cama falo cos que xa non están e falei con Antonio. Díxome que hoxe ía estar aquí, e está aquí, todo contento con nós». En ese momento el tintinear de unas copas —seguramente que alguien estaba cogiendo para el ágape que hubo a continuación — sonó en la capilla donde estábamos y en ellas, esta que escribe deseó que fuese nuestro amigo Toño haciéndonos llegar su felicidad.
En el siguiente vídeo está toda la intervención de José Fernández:
Soledad Figueroa tomó la palabra después de Pepe para leer una carta que le fue entregada por la familia, en la que el sobrino de Antonio —Brais Guitián— disculpaba su ausencia y daba las gracias por el homenaje a Antonio y el reconocimiento a su persona en una fecha tan señalada.
Para finalizar, un ágape en la zona de los jardines del santuario donde se degustaron los dulces tradicionales de As Ermitas realizados por Totó, un vecino y apasionado de su pueblo.