Sufrir algo sin haberlo vivido: qué son los traumas transgeneracionales

Sufrir algo sin haberlo vivido: qué son los traumas transgeneracionales.
Iria Fernández, del Centro de Psicología Resiliencia, da las claves para romper el ciclo «de padres a hijos»

Pongamos que crecemos en una familia muy preocupada por el ahorro y el trabajo. En su pasado vivieron épocas de necesidad, donde la comida no abundaba y los recursos eran limitados. Nuestros abuelos se esforzaron para sacar adelante a los suyos y, nuestros padres, lo hacen ahora con nosotros. 

Pongámonos ahora en nuestra situación actual. Nuestros abuelos han fallecido antes de conocerlos, y nuestros padres nos educan como lo fueron ellos: ahorra, guarda comida por si llega un momento donde no tienes y, sobre todo, trabaja sin parar para evitarlo. ¿Cómo aprenderemos nosotros a gestionar el dinero y los recursos?

La respuesta está clara, y en psicología, adquiriremos los llamados traumas transgeneracionales. «Es la transferencia de experiencias traumáticas de una generación a otra, incluso traspasando barreras espaciales y temporales», explica Iria Fernández, del Centro de Psicología Resiliencia. 

¿Y cómo se transfieren? «A través de narrativas verbales, con mensajes que nos repiten una y otra vez y que modelan nuestra vida y cómo la interpretamos». El ejemplo del dinero es uno más entre tantos y tan diferentes, de hecho, «es habitual verlo en consulta pero no suelen relacionar los síntomas con situaciones que han vivido sus padres», cuenta Fernández. 

El papel clave de la terapia

Es habitual que dé vértigo lanzarse a programar una cita para recibir tratamiento y atención psicológica, pero desde ahí es desde donde se puede trabajar en uno mismo. «Cuando vemos una conducta disfuncional en consulta siempre vamos a la infancia, a cómo fuiste educado», revela la psicóloga. 

Según ella, suele decir frases como "quizá tu madre no tuvo una vida fácil" y «ahí te empiezan a contar, vemos de dónde viene y cómo se pasa». Pero no todo lo heredado a través de las generaciones es malo, desde luego, «pero hay que llegar a un punto en el que se corte ese círculo».

Y ese ciclo se rompe con «apoyo social —externo al familiar—, comunicación, terapia y concienciación en la familia». Advierte Iria Fernández que «a veces vemos la luz al final del túnel y queremos que todos la vean, pero no funciona así. Es necesario hablar mucho e intentar entender el porqué».

Como en cada sección con la psicóloga, hay siempre una conclusión, y hoy es con una frase «que hay que leer con calma, entendiéndola»: la resiliencia humana brilla a medida que buscamos comprender, sanar y forjar un camino hacia un futuro donde las heridas del pasado puedan cicatrizar.

Puede escuchar la conversación con Iria Fernández en el siguiente enlace de audio: