
Este miércoles entre las 9:00 y las 14:00 horas, el sonido de una sirena romperá la rutina en varios puntos de O Barco. Pero que nadie se asuste: no es una emergencia, ni mucho menos. Es una prueba. Un simulacro cuidadosamente planificado para comprobar que, si alguna vez lo improbable se vuelve real, todo esté listo para actuar sin margen de error.
La alerta sonora forma parte del Plan de Emergencia de las presas de Casoio y Pumares y está incluida en una batería de pruebas que la Xunta de Galicia realiza estos días en más de 40 presas gallegas. En O Barco, el sonido será audible desde Candís, Éntoma, Coedo, A Barxa, O Chao, Veigamuiños, A Proba y Viloira. Así lo recoge el bando firmado por el alcalde, Alfredo García Rodríguez, que insiste en un mensaje claro: la ciudadanía no debe alarmarse, ni realizar ninguna acción especial. Simplemente, escuchar y estar informada.
Este ensayo anual forma parte del Plan Especial de Protección Civil ante el riesgo de Inundaciones en Galicia (INUNGAL), que establece que, ante una rotura inminente, el director del plan de emergencia debe activar las sirenas y comunicarlo de inmediato al 112, desde donde se coordinarían los medios y recursos disponibles. Pero este miércoles no se trata de eso, sino de una doble misión: familiarizar a la población con el sonido de alerta y verificar que el sistema técnico —desde el software hasta el altavoz más remoto— funciona a la perfección.
Durante el simulacro, se escucharán tres sonidos breves de dos segundos, separados por pausas de tres segundos. Si alguna vez se tratase de una alerta real, las señales se repetirían durante al menos dos minutos. El fin de la alarma se indicaría con un sonido continuo de treinta segundos.
En caso de una emergencia auténtica, hay que tener claras algunas indicaciones: alejarse de ríos y arroyos, dirigirse a zonas elevadas, mantenerse informado a través de medios como RNE o Radio Galega y acudir al punto de encuentro asignado. No se debe utilizar el teléfono salvo para pedir auxilio, ni regresar a por objetos personales. Tampoco conviene usar el ascensor ni acudir al colegio a recoger a los niños: los equipos docentes están preparados para evacuar con orden y seguridad. Tener a mano una linterna, radio, pilas, ropa de abrigo e incluso cerillas puede marcar la diferencia si la situación lo requiere.
Los puntos de encuentro establecidos para el municipio son los siguientes: en Sobradelo, tanto al norte como al sur, el lugar indicado es la Casa do Concello y el depósito de agua, respectivamente. En O Barco, el punto es el cementerio; en Viloira, también el depósito de agua. Además, se han definido ubicaciones precisas para cada núcleo: carretera de Domiz en Candís, cruce de O Cabo en Éntoma, camino del cementerio en Coedo, el propio cementerio en A Barxa, O Chao en O Barco Este, O Patal en Veigamuiños, urbanización Dona Mencía en A Proba, carretera de Santigoso en Viloira, y el camino Arnado-Fervenza en A Raña.
Con todo ello, O Barco se suma a una jornada de prevención en toda Galicia en la que lo importante no es el ruido de las sirenas, sino la tranquilidad de saber que, si alguna vez suenan de verdad, sabremos cómo actuar.