Varios canes han sufrido heridas causadas por la oruga y el Concello ha tomado medidas para su «control»
La procesionaria parece ganar presencia en O Barco, así lo atestiguan los daños sufridos por varios perros en la villa cuando paseaban por los alrededores del Jardín Botánico del Paseo del Malecón. En este paraje, abundan los pinos, árboles donde suelen criarse y «depende del tiempo que haga, todos los años tenemos que convivir con ellas», cuenta Alfredo García, alcalde de O Barco. Explica además que desde la concejalía de Jardines ya se han tomado las medidas pertinentes para mantenerlas controladas, «pero es algo con lo que debemos convivir «al menos en este tiempo hasta que se conviertan en polilla».
El aviso llegaba al Concello hace unas semanas y se ponían manos a la obra para frenar su reproducción. «Hubo años en los que los niveles de aparición de esta oruga llegaron a ser casi de plaga, sin embargo otros no fue así, en cualquier caso siempre estamos pendientes», explica.
La procesionaria del pino - Thaumetopoea pityocampa - es una oruga que hacia el final del invierno sale de los árboles y forma una procesión serpenteante cruzando el terreno hasta encontrar un suelo blando donde enterrarse. La procesión no estará lejos de un pino, pero eso no significa que sólo se puedan ver en pinares.
De las diferentes fases del ciclo vital de este insecto, sólo durante la fase de oruga supone un peligro para las personas y los animales domésticos. La fase adulta de polilla tiene una vida breve que no representa peligro alguno. De causar heridas en los animales, los veterinarios aconsejan lavarlas con agua tibia y acudir a una consulta.
