Noelia Mayo, responsable del Proyecto Reto Social Empresarial del Plan de Empleo de Cruz Roja en Valdeorras, no se anda con rodeos: «Según ONU Mujeres, uno de cada cuatro países ha dado pasos atrás en derechos para las mujeres este año», una cifra que impacta, pero no es la única. Según datos del Instituto Europeo para la Igualdad de Género, harán falta unos 60 años para alcanzar la igualdad plena si seguimos avanzando al ritmo actual.
Mayo trabaja cada día con personas que buscan una oportunidad laboral. Y, aunque el Plan de Empleo de Cruz Roja está abierto a cualquiera que esté en paro, reconoce que la mayoría de quienes llaman a su puerta son mujeres. Mujeres que, muchas veces, llevan años trabajando sin cobrar —en casa, cuidando a la familia o a personas mayores— o encadenan contratos precarios y jornadas parciales que no les permiten vivir con independencia.
«La igualdad empieza por tener autonomía económica. Si no tienes ingresos propios, es muy difícil tomar decisiones, decir que no, salir de según qué situaciones», explica. Por eso, desde Cruz Roja se ofrecen orientación laboral, formación adaptada a lo que buscan las empresas de la comarca y un acompañamiento constante hasta que esa persona encuentra empleo. «Cada historia es distinta. No se trata solo de dar un curso, sino de escuchar, orientar y caminar al lado de quien lo necesita», añade.
En breve, arrancarán dos formaciones clave: una en el ámbito sociosanitario, un sector en auge, y otra en el de la pizarra. Esta última supone un paso importante para romper estereotipos. «Tradicionalmente, ha sido un sector masculinizado. Pero queremos abrir la puerta también a las mujeres que quieran formarse y trabajar ahí», cuenta Mayo. Ambas formaciones son gratuitas y personalizadas. Quienes estén interesados pueden llamar al 988 32 71 95.
Pero más allá de los cursos y la orientación, Mayo insiste en algo que considera esencial: «La igualdad no es tarea solo de las mujeres. Hace falta implicación de las empresas, del sistema político y de toda la sociedad. No podemos permitirnos dar ni un paso atrás».
Y aunque a veces las cifras desaniman, su trabajo demuestra que, con pequeñas acciones, se pueden cambiar muchas vidas.